La familia Mas Canosa, conocida por su activismo político y éxito empresarial en EE.UU., busca expandir sus operaciones en Argentina tras un reciente fracaso en licitaciones de gasoductos.
Desde hace varias décadas, el apellido Mas Canosa resuena en distintos ámbitos políticos y empresariales, en especial en Estados Unidos, donde su figura ha estado ligada a la lucha contra el régimen cubano.
Jorge Mas Canosa, patriarca de la familia, nació en La Habana y después de exiliarse en Miami en 1960, se convirtió en un reconocido líder del exilio.
Su éxito fue impulsado por sus relaciones con círculos influyentes como el Partido Republicano y su habilidad para captar fondos para la causa cubana.
La historia de la familia Mas Canosa comienza a tomar forma en los años sesenta, cuando Jorge, con un capital inicial de aproximadamente 46.000 euros, adquirió una pequeña empresa telefónica en Puerto Rico y la transformó en Church & Tower. Este movimiento fue el primer paso hacia su consolidación en el competitivo mercado estadounidense de telecomunicaciones y más tarde en la televisión por cable.
Un personaje clave en esta trayectoria fue José Luis Manzano, un ex alto funcionario del gobierno argentino que, tras su paso por California y Washington, hizo las conexiones necesarias que permitirían a Mas Canosa expandir su imperio empresarial a nuevas dimensiones.
Gracias a su asociación con los hermanos Vila, Mas Canosa logró crecer su participación en SuperCanal, una compañía de televisión por cable en Argentina.
Aunque Jorge Mas Canosa falleció a los 58 años en 1997, su legado continuó con sus hijos, Jorge y José, quienes lideran MasTec, una de las empresas de construcción de ductos más importantes de Estados Unidos, generando aproximadamente 12.700 millones de euros al año y empleando a alrededor de 22.000 personas.
Recientemente, la familia Mas Canosa ha manifestado su interés en el mercado argentino, donde han encontrado obstáculos en su camino. A través de su firma Pumpco, se presentaron a la licitación para un segmento del antiguo gasoducto Néstor Kirchner, pero lamentablemente fueron excluidos del proceso.
Este revés ha exacerbado una frustración ya existente, ya que previamente también no lograron obtener un contrato para la reversión del gasoducto norte, diseñado para trasladar gas desde Vaca Muerta hacia las provincias del norte del país.
A pesar de estas dificultades, los Mas Canosa no se rinden y continúan buscando oportunidades para establecerse en el sector energético argentino. Su historia es un reflejo de la tenacidad y la capacidad de adaptación, valores que han sido fundamentales en la construcción de su imperio empresarial en los Estados Unidos y que esperan trasladar al mercado argentino.
Su deseo de crecer en el sur de América Latina no solo es un reto, sino también un nuevo capítulo en la historia de una familia que ha sabido sortear adversidades y continuar avanzando.