La ciudad de Marrakech, una de las cuatro Ciudades Imperiales de Marruecos, continúa su desarrollo con una importante renovación en el Gran Estadio de Marrakech, destinado a albergar partidos de la próxima Copa Africana de Naciones y próximamente del Mundial 2030. La inversión millonaria en infraestructuras deportivos y ferroviarias sitúa a la urbe en una posición destacada para eventos internacionales.

Marrakech, conocida como la Ciudad Roja, destaca no solo por su historia y cultura sino también por su compromiso con el deporte y la infraestructura moderna.

Fundada hace casi mil años, su medina, declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO en 1985, abarca unas 600 hectáreas y es la más grande del norte de África.

La ciudad que en 2024 recibió cerca de cuatro millones de turistas, se posiciona como uno de los destinos más relevantes del continente, combinando historia, cultura y deportes.

El fútbol en Marrakech tiene una presencia significativa. El Kawkab Athletic Club, uno de los equipos históricos de la ciudad, ha atravesado períodos difíciles en los últimos años, jugando en divisiones inferiores.

Sin embargo, recientemente logró un ascenso a la Ligue 1 marroquí, lo que genera expectativas en los hinchas locales, considerados como el 'jugador número 12'.

La remodelación del Gran Estadio de Marrakech, lugar emblemático para deportes y eventos internacionales, es una prueba del compromiso de la ciudad y el país para potenciar el deporte y recibir competiciones de gran nivel.

Este estadio, que puede albergar a 41.000 espectadores, es uno de los más modernos en Marruecos tras una inversión de aproximadamente 4,4 millones de euros (equivalente a unos 4,4 millones de dólares).

Las mejoras includieron renovación de vestuarios, cambios en la iluminación, nuevas butacas, un terreno de juego renovado, y la construcción de un restaurante con vistas panorámicas para 180 comensales.

La obra, iniciada en enero de 2024, concluyó con éxito en una fase que implicó ampliar sus capacidades y modernizar sus instalaciones.

El proyecto fue llevado a cabo por la Sociedad Nacional de Construcción y Gestión de Equipamientos Deportivos (Sonarges), organismo público encargado de infraestructuras deportivas en Marruecos.

La remodelación también permitió realizar tareas mientras el estadio permanecía en funcionamiento, lo que fue un gran desafío logístico. La finalización del proyecto fue celebrada con un partido amistoso entre Kawkab y el club tunecino Étoile du Sahel, que terminó con victoria marroquí por 2-1.

Pero este no es solo un proyecto aislado. En la segunda fase, prevista para culminar en 2028, se planea elevar la capacidad del estadio a aproximadamente 46.000 espectadores, mediante la incorporación de un techo en las gradas y la eliminación de la pista de atletismo, para acercar el campo a los espectadores y mejorar la experiencia visual y deportiva.

Además de la remodelación del estadio, Marrakech está desarrollando un ambicioso plan de infraestructura ferroviaria enmarcado en un programa de inversión de cerca de 960 mil millones de dirhams (unos 86 millones de euros).

La creación de una línea de alta velocidad de 430 kilómetros que conectará Marrakech con Kenitra en apenas dos horas y 40 minutos tendrá un impacto positivo en el transporte y la movilidad, facilitando el acceso a eventos internacionales.

Este tren de alta velocidad, que se espera esté en funcionamiento para fines de 2029, antecede la candidatura de Marruecos, junto a España y Portugal, para organizar el Mundial de fútbol en 2030.

La transformación de Marrakech en una ciudad moderna y deportiva refleja su importancia en la historia marroquí y su visión de futuro, consolidándose como una sede clave para eventos deportivos de renombre y un ejemplo de crecimiento y modernización en África del Norte.