El expresidente de la Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, ha sido condenado a una multa por el beso no consentido a la jugadora Jenni Hermoso, marcando un hito en la lucha contra el sexismo en el deporte.
Luis Rubiales, el expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), ha sido condenado por un delito de agresión sexual relacionado con el beso que le dio a la futbolista Jenni Hermoso en la ceremonia de entrega de medallas del Mundial femenino de 2023.
La sentencia del tribunal ha impuesto a Rubiales una multa total de 10.800 euros debido a este acto, una cifra considerablemente inferior a la pena que había solicitado la Fiscalía, que pedía una sentencia de dos años y medio de cárcel.
La Audiencia Nacional ha determinado que Rubiales deberá cumplir con una cuota diaria de 20 euros durante 18 meses como parte de su condena. Además, se le ha prohibido acercarse a Hermoso a menos de 200 metros y cualquier forma de comunicación con ella durante un año. Esta decisión puede ser apelada ante la Sala Penal de la misma Audiencia, según lo indicado en el comunicado oficial.
La fiscalía había presentado pruebas de que el beso, que tuvo lugar después de la victoria de la selección española en el Mundial el pasado 20 de agosto, fue completamente no consentido por parte de Jenni Hermoso, quien, en su declaración, subrayó que nunca autorizó ese gesto y que se sintió poco respetada.
Hermoso, una figura destacada en la lucha contra el sexismo en el deporte, se convirtió en un ícono a raíz de este incidente, generando un considerable debate público a nivel nacional e internacional.
Durante el juicio, Rubiales defendió su acción alegando que había recibido el consentimiento de Hermoso tras preguntarle si podía darle 'un besito'.
Sin embargo, su afirmación fue fuertemente refutada por la víctima y su abogado, quien argumentó que la conducta de Rubiales, aunque inadecuada, no debía ser calificada como delictiva.
Su defensa buscó la absolución alegando que no hubo coerción en las solicitudes hacia Hermoso por parte de Rubiales o su círculo cercano.
El impacto de este caso ha resonado en toda la sociedad, despertando un necesario cuestionamiento sobre el consentimiento y el respeto en el ámbito deportivo.
La equidad de género y la lucha contra el acoso han cobrado mayor relevancia, especialmente tras la reciente reforma del Código Penal español, que establece que cualquier beso no consentido puede ser considerado agresión sexual.
En este contexto, la ministra de Igualdad, Ana Redondo, ha enfatizado la relevancia de la palabra de la víctima, dejando claro que su testimonio es fundamental en la resolución de casos de agresión sexual.
Luis Rubiales, de 47 años, ocupó la presidencia de la RFEF desde mayo de 2018 hasta su renuncia en septiembre de 2023, ante la presión social y mediática generada por este escándalo.
La controversia no solo lo ha dejado aislado en lo profesional; también ha abierto una serie de investigaciones judiciales en su contra por presunta corrupción y contratos irregulares, lo que eleva aún más el debate sobre la responsabilidad y la ética en la dirección de entidades deportivas.
Este caso ha sido un hito en la lucha contra el sexismo en el deporte español, inspirando el movimiento social conocido con la etiqueta #SeAcabó, que exige un cambio real en la forma en que se trata a las mujeres en todas las esferas, incluyendo el deporte.