Los expresidentes y altos cargos de Juventus buscan reducir sus penas en un caso de contabilidad falsa que afectó al club italiano, en medio de una investigación que podría marcar un nuevo capítulo en la historia del equipo turinés.

En un giro inesperado en el escándalo que ha sacudido al mundo del fútbol italiano, supuestamente los antiguos dirigentes del Juventus, incluyendo al expresidente Andrea Agnelli, estarían negociando acuerdos de declaración de culpabilidad para reducir sus penas en un caso de contabilidad falsa que ha puesto en jaque a uno de los clubes más prestigiosos de Europa.

La investigación, que comenzó en 2021 y que se centra en operaciones financieras irregulares relacionadas con transferencias y préstamos de jugadores, ha revelado presuntas irregularidades que podrían haber sido utilizadas para inflar los ingresos del club y engañar a los inversores.

Supuestamente, el caso también involucra la emisión de facturas por transacciones inexistentes, con el fin de presentar unos estados financieros más favorables y mantener la imagen del club en el mercado.

La causa, que inicialmente se llevó a cabo en Turín y posteriormente fue trasladada a Roma, todavía no ha tenido una resolución definitiva, pero se espera que en septiembre se conozcan los resultados de las negociaciones entre las partes.

La decisión será un paso crucial para determinar si Agnelli y otros exejecutivos enfrentan penas de prisión o simplemente sanciones económicas.

Agnelli, quien fue una figura clave en la gestión del Juventus durante más de una década, supuestamente estaría dispuesto a aceptar una condena de 20 meses de prisión en un acuerdo de culpabilidad, una medida que podría facilitar su regreso a la vida pública y deportiva tras el fin de su suspensión deportiva, que expira en octubre.

Otros exdirectivos, como Pavel Nedved, presuntamente estarían negociando penas de 14 meses, mientras que Fabio Paratici y Cesare Gabasio solicitarían 18 meses cada uno.

Este escándalo ha tenido profundas repercusiones en el club, que en la temporada 2022-23 fue sancionado con una pérdida de 10 puntos en la Serie A y fue excluido de la UEFA Conference League por irregularidades financieras.

La situación también llevó a que toda la junta directiva de Juventus presentara su renuncia en 2022, en un intento de limpiar la imagen del club y evitar sanciones mayores.

Supuestamente, la gravedad de las acusaciones y las posibles condenas han generado un debate en el mundo del fútbol sobre la ética en la gestión de clubes y el control financiero en los deportes profesionales.

La fiscalía italiana ha señalado que, si los acuerdos de culpabilidad se aceptan en septiembre, este podría ser el paso final para resolver el caso y permitir que Agnelli y sus excolegas puedan volver a participar en el ámbito deportivo, siempre que las sanciones deportivas también sean levantadas en su debido momento.

Por el momento, el Juventus continúa trabajando para recuperar la confianza de sus seguidores y seguir compitiendo en las principales competiciones europeas, mientras que en Italia se espera que la resolución del caso marque un precedente en la lucha contra las irregularidades financieras en el fútbol nacional.

La historia de Agnelli y sus antiguos colaboradores será recordada como uno de los capítulos más oscuros en la historia reciente del club, aunque también como una oportunidad para la transparencia y la justicia en el deporte.