El equipo de Huracán logró su primera victoria tras una serie de malos resultados, en un partido marcado por la expulsión de un jugador de Banfield. La afición del Globo celebró el triunfo en el Ducó, poniendo fin a una racha negativa que generaba desconcierto entre sus seguidores.

Huracán consiguió romper una racha negativa que llevaba varios partidos sin conocer la victoria, poniendo fin a una serie de cinco encuentros sin triunfo en el torneo local y en la Sudamericana.

La victoria, disputada en el Estadio Juan José Pardo en Parque de Los Patricios, fue muy celebrada por la hinchada, que había expresado su malestar en los últimos encuentros.

El encuentro se mostró muy igualado en su inicio, y fue en la recta final del primer tiempo cuando el Globo logró abrir el marcador. La jugada decisiva partió de Matko Miljevic, quien filtra un pase preciso hacia Tomás Guidara. Este llega hasta la línea de fondo y centra con precisión para Luciano Giménez, que se anticipa a la defensa visitante y de cabeza pone el 1-0 en el minuto 42.

Este tanto fue fundamental para calmar los nervios de los locales, que durante los primeros minutos del partido habían tenido ocasiones claras, pero sin poder concretarlas.

Antes del gol, Luis Abraham estrelló un disparo en el travesaño y Hernán Galíndez realizó una excelente atajada en remate cruzado de Rodrigo Auzmendi, en lo mejor del equipo de Pedro Troglio.

A pesar de la ventaja, la tensión continuó en el campo. Banfield intentó igualar el marcador en la segunda mitad, pero se encontró con la sólida defensa de Huracán y con un equipo que cuidaba la diferencia, esperando oportunidades en contraataques.

La situación cambió rápidamente en los minutos finales. En una jugada polémica, Gabriel Vega ingresó por Esquivel y en su primera intervención en el partido, cometió una falta violenta sobre Juan Bizans.

El árbitro Pablo Dóvalo no dudó en mostrarle la tarjeta roja, dejando a Banfield con diez jugadores. La expulsión ocurrió en el minuto 77, y fue vista claramente por la cámara en la pantalla, sin necesidad de revisión del VAR.

Tras la expulsión, Banfield trató de igualar, incluso llegando a rematar un cabezazo al poste, pero sin éxito. Huracán, con uno más, no pudo ampliar su ventaja, pero mantuvo el control del juego hasta el final. El partido quedó sellado con la celebración de los jugadores y la hinchada en las gradas.

Históricamente, Huracán ha tenido altibajos en su rendimiento, incluyendo periodos dorados en los años 70 y 2000, y períodos de crisis en distintas épocas.

La victoria de este fin de semana significa mucho más que tres puntos, ya que devuelve la confianza a un equipo que necesitaba rescatar el espíritu de combate.

El entrenador Frank Kudelka agregó que este triunfo ayuda a reconstruir la moral del grupo y que el objetivo ahora es mantener esta línea de buen rendimiento en los próximos partidos.

Además, debutó en el primer equipo un juvenil de 17 años, Daniel Peralta, quien debutó en un escenario difícil y recibió algunos aplausos por parte de la afición.

Este resultado deja a Huracán con un impulso más para afrontar lo que resta del torneo, en un contexto donde varios equipos rivales también luchan por subir en la tabla.

La victoria en casa afirmó la importancia de la unión y el esfuerzo colectivo, valores fundamentales en el fútbol argentino. La afición, por su parte, espera que este sea el comienzo de una serie de buenos resultados que permitan a Huracán volver a competir en los puestos de cabeza.