El partido sin público entre San Lorenzo y Godoy Cruz terminó en un empate que deja a ambos equipos con más preguntas que respuestas.
El encuentro disputado entre San Lorenzo y Godoy Cruz, que tuvo lugar sin la presencia de aficionados, dejó una sensación de vacío a pesar de la intensidad del juego.
El silencio en las gradas amplificó las órdenes de jugadores y entrenadores, brindando a los espectadores una visión más cercana de las dinámicas del partido, aunque la velada terminó en un insípido 0-0.
Es curioso cómo los partidos a puertas cerradas pueden revelar una atmósfera diferente; el sonido de los ruidos, los gritos y las indicaciones se convierten en la banda sonora del encuentro.
En este juego, las exhortaciones desde el banco de suplentes de San Lorenzo fueron constantes: '¡Dale! ¡Arriba! ¡Con confianza!' resonaron a lo largo de los 90 minutos.
A pesar de sus esfuerzos, el cuadro dirigido por Miguel Ángel Russo no logró concretar en el arco defendido por Franco Petroli.
San Lorenzo, que comenzó el partido con un dominio aparente, pronto se dio cuenta de la dificultad para hacer llegar el balón a la red. En la primera mitad, las estadísticas mostraron un ligero dominio en los tiros a puerta, 4 a 2, a favor de la visita. Sin embargo, la falta de efectividad se tradujo en un resultado sin goles.
Al transcurrir el tiempo, la emoción inicial de escuchar las tácticas del equipo se desvaneció, y el encuentro se tornó monótono. La segunda parte fue testigo de más faltas y un juego más abierto, aunque sin que Marcelo Lobo Medina, el árbitro, tuviera que recurrir al VAR para resolver controversias, ya que no ocurrieron situaciones dignas de revisión.
En una de las escasas ocasiones, la desesperación del jugador Jhohan Romaña, quien pidió un penal al final del partido, resaltó la ausencia de emociones en el desarrollo de la contienda.
A medida que se acercaba el pitido final, el equipo local, Godoy Cruz, trató de hacerse con el control del balón, pero carecía de ideas claras para romper el empate.
San Lorenzo, por su parte, optó por proteger el punto conseguido, lo que les ha asegurado seguir entre los cuatro primeros de la zona B, acumulando 18 unidades.
Aunque parece que los dos equipos dejaron la cancha con más interrogantes que certezas, las estadísticas indican que Godoy Cruz ha enfrentado una durísima campaña desde que se impusieron castigos severos por el mal comportamiento de un jugador en el pasado.
En la actualidad, deben sumar para mitigar la pérdida de puntos que se avecina al final de la temporada. Sin embargo, su falta de disparos a puerta, con solo una ocasión clara en la segunda parte, sugiere que se avecinan más dificultades. Para el Ciclón, el empate pudo interpretarse como un triunfo estratégico, preservando su posición y considerando que un punto en este tipo de partidas puede ser valioso al final del camino.