A una semana del fallecimiento del emblemático arquero argentino Hugo Orlando Gatti, su influencia y carácter único siguen presentes en España. Desde su paso por los medios hasta su vínculo con el fútbol español, su legado trasciende el tiempo.
Hugo Orlando Gatti, conocido popularmente como 'el Loco', dejó en España una huella imborrable que trasciende su carrera como arquero. Amado por su personalidad explosiva, su estilo extravagante y su forma de entender el fútbol, Gatti se convirtió en un personaje emblemático en los medios deportivos españoles, donde su figura y sus anécdotas son recordadas con nostalgia y admiración.
Desde su llegada a España en la segunda mitad de los años 2000, Gatti no solo aportó su sabiduría y experiencia en análisis futbolísticos, sino que también se convirtió en un referente cultural del deporte.
En 2005 comenzó a colaborar en el diario deportivo 'As', donde sus columnas, cargadas de humor, sinceridad y un toque de irreverencia, rápidamente conquistaron a los lectores.
Sus escritos, en los que promovía el diálogo franco y sin tapujos, se caracterizaban por su peculiar estilo y su habilidad para contar anécdotas del fútbol argentino y mundial.
Entre sus contribuciones, Gatti confesó que su sueño siempre fue jugar en el Real Madrid, un club que idolatraba desde su infancia. Aunque nunca tuvo la oportunidad de vestir su camiseta, la relación del arquero con el club merengue fue muy cercana. En 2007, Florentino Pérez, entonces presidente del Madrid, tuvo un encuentro con el argentino en el Santiago Bernabéu, donde Gatti fue presentado como un personaje que, sin haber jugado en España, era muy querido y respetado.
Sus palabras sobre Florentino, en las que aseguraba que era el talismán que había traído suerte al club, reflejaban su amor y admiración por la institución.
Su cercanía con la afición y su personalidad contagiosa también lo llevaron a participar en los programas televisivos deportivos en España. En 'El Chiringuito de Jugones', su presencia era sinónimo de polémica, risas y debates encendidos. Gatti no dudaba en provocar, interrumpir y generar situaciones incómodas, siempre con el objetivo de hacer del fútbol algo más cercano y auténtico.
Sus arrebatos, como aquel en que le espetó a la periodista Carme Barceló, todavía se recuerdan: “¡Andá a lavar los platos!”, un comentario que evidenciaba su carácter directo y sin filtros.
A lo largo de los años, su amistad con otros personajes del fútbol y la televisión española también fue destacada. Cristóbal Soria, exárbitro y analista, recuerda los episodios televisivos donde Gatti mostraba su pasión desbordante y sus opiniones sin censura. “Era una montaña rusa emocional: días en los que estaba en llama y otros en calma total. Pero siempre aportaba experiencia y carácter”, señaló Soria, quien además destacó que Gatti vivía en un mundo que él mismo definía como un ‘realismo mágico’, un espacio donde la realidad y la fantasía se mezclaban.
El argentino también confesó en varias entrevistas que su relación con España cambió su vida y que su idolatría por Florentino Pérez y el Real Madrid era sincera.
En su última entrevista, expresó su deseo de volver a España para visitar a su ídolo y operativo en el club, aunque las limitaciones físicas y la avanzada edad complicaban sus planes.
El legado de Gatti en España no solo quedó en sus columnas o su participación en programas, sino también en la forma en que logró conectar con la gente.
El día que falleció, Josep Pedrerol, conductor de 'El Chiringuito', con lágrimas en los ojos, rememoró su trayectoria y lo describió como un símbolo de autenticidad en un mundo futbolístico cada vez más institucional.
Hoy, a siete días de su partida, el fútbol y los medios españoles recuerdan al Loco Gatti como un personaje único, un ícono que hizo del deporte algo más que un juego, una experiencia llena de pasión, polémica y verdad.
Su espíritu indomable y su amor por el fútbol seguirán inspirando a nuevas generaciones, consolidando su lugar en la historia futbolística y mediática de ambos continentes.