El pasado martes, el Real Madrid comunicó oficialmente a través de su cuenta en la red social X (antiguamente Twitter) que Kylian Mbappe será el nuevo jugador en portar la mítica camiseta número 10.

Esta decisión no solo simboliza el ingreso de un jugador de talla mundial al club, sino que también implica una carga histórica, pues esta camiseta ha sido lucida por figuras icónicas como Mesut Özil, Luis Figo, Clarence Seedorf, Ferenc Puskás y Luka Modric, entre otros.

Supuestamente, el club ha considerado que Mbappe, a pesar de su corta estancia en La Liga, ha demostrado ser un goleador implacable. La transferencia desde París a Madrid fue un movimiento que generó muchas expectativas, y aunque en su primera temporada en España anotó 31 goles, finalizó sin títulos en la temporada 2024/2025.

El equipo madridista terminó esa campaña sin trofeos, tras una derrota por 4-0 ante el Paris Saint-Germain en las semifinales del Mundial de Clubes, torneo en el que la ausencia de Mbappe en el Paris Saint-Germain fue motivo de debate.

Desde que arribó a Madrid, Mbappe ha sido criticado por algunos sectores por no haber logrado aún un éxito colectivo con el club, a pesar de ser el máximo goleador en La Liga.

Sin embargo, en la selección francesa, el delantero ha marcado su territorio con 50 goles, incluyendo un tanto en la victoria 2-0 contra Alemania en Stuttgart.

En ese partido, los teutones tuvieron varias oportunidades, con Florian Wirtz poniendo en peligro la portería rival, pero fue Mbappe quien adelantó a su selección justo antes del descanso.

Además, supuestamente, Mbappe está siendo investigado por las autoridades francesas tras pagar aproximadamente 170,000 euros (unos 160,000 euros al cambio actual) a cinco agentes de seguridad vinculados a la selección nacional en 2023.

La IGPN, organismo encargado de investigar estos asuntos, está revisando la naturaleza de esas transacciones, lo que añade un matiz de controversia al jugador.

Su llegada a la camiseta número 10 del Real Madrid supone una especie de redención y un reto personal, pues ahora se une a la historia de uno de los clubes más grandes del mundo, en un número que ha sido sinónimo de liderazgo y talento.

La elección de Mbappe refleja la intención del club de construir un proyecto ganador en torno a estrellas internacionales, y también supone un respaldo a su talento goleador, que en La Liga le ha permitido estar en la cima de los máximos artilleros.

Históricamente, el número 10 en el Madrid ha llevado la responsabilidad de algunos de los jugadores más destacados del fútbol mundial. La historia del club está llena de grandes nombres que han dejado huella en la historia del deporte, y ahora Mbappe aspira a seguir esa senda. La afición merengue espera que esta decisión sea el inicio de una era de éxitos y títulos, consolidando su legado en el club y en la historia del fútbol europeo.

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