El club busca romper la racha negativa en la Copa Argentina y avanza a la siguiente ronda tras vencer a Sportivo Belgrano.
El club Independiente, conocido como el "Rey de Copas", está decidido a conquistar un trofeo que hasta ahora le ha resultado esquivo: la Copa Argentina.
Desde su fundación, el equipo ha tenido una rica historia en el fútbol argentino, pero nunca ha podido superar la fase de cuartos de final en esta competición.
Este año, con nuevas esperanzas y un renovado espíritu, comenzaron su andanza en el torneo el pasado miércoles, un día marcado por las inclemencias del tiempo en San Nicolás.
El encuentro inaugural se tornó favorable para Independiente, quienes lograron una victoria clara de 2-0 frente a Sportivo Belgrano, un equipo del Torneo Federal que no pudo hacer frente a la presión del cuadro rojo.
La búsqueda de la anhelada victoria está enmarcada por la historia de un club que ha visto brillar su estrella en múltiples ocasiones en otras competiciones, pero que ahora fija su mirada en la Copa Argentina como la gran asignatura pendiente.
Desde los primeros minutos, el equipo dirigido por Julio Vaccari mostró un dominio abrumador en el campo. El conjunto atacante capitalizó, particularmente, la banda derecha, donde Santiago Montiel se destacó. A pesar de fallar algunas oportunidades claras, el volante mantuvo la presión sobre el arco rival. En una jugada que nació de un saque de esquina, Independiente rompió el cerco defensivo de Sportivo Belgrano y encontró el primer gol gracias a Diego Tarzia, quien, tras un rebote en el área, supo asegurar la pelota y enviarla al fondo de la red.
El primer gol llegó en un momento crucial y marcó la diferencia de calidad entre ambos equipos. Los defensores de Sportivo Belgrano comenzaron a acumular tarjetas amarillas a un ritmo preocupante, lo que evidenció la desesperación del rival ante la superioridad de Independiente.
Sin Luciano Cabral, quien se encontraba lesionado, el equipo rojo logró mantener el control del juego y mostraron momentos de gran calidad futbolística, particularmente a través de la conexión entre Mancuello y Loyola.
A pesar de algunos intentos aislados del contrario, que generaron temor en la hinchada, el equipo de Vaccari reafirmó su dominio. Ya en la segunda mitad, cuando parecía que Sportivo Belgrano comenzaba a ganar algo de impulso, un error en el área por parte de Tomás Nallim, que cometió mano tras un tiro libre, le otorgó una penalti a Independiente.
Federico Mancuello, con la calma del que sabe que está en el camino correcto, no desaprovechó la oportunidad y selló el 2-0.
La victoria es un motivo de celebración para todo el club, que espera que este año sea diferente, que sea el momento de romper el maleficio que los ha perseguido en la Copa Argentina.
Con este triunfo, Independiente avanza a los 16avos de final, donde se enfrentará a Gimnasia de Mendoza, otro equipo de la categoría de ascenso, con el anhelo de que la historia finalmente cambie y que esta copa se sume al palmarés del Rey de Copas.