El equipo brasileño Flamengo logró clasificar a la final de la Copa Libertadores tras empatar 0-0 en Avellaneda, en un partido donde su arquero Agustín Rossi fue figura y Racing sufrió la expulsión de Gonzalo Plata. La derrota deja a Racing cerca de su sueño de llegar a una final continental después de más de 50 años.
La decepción fue palpable en las calles y en el ambiente del Estadio Presidente Perón, conocido comúnmente como el Cilindro de Avellaneda. Después de 28 años, Racing había llegado a una instancia semfinalista de la Copa Libertadores, un logro que llenó de ilusión a su afición, especialmente tras las conquistas en la Sudamericana y la Recopa Sudamericana que impulsaron al equipo en los últimos años.
Sin embargo, a pesar del esfuerzo y la entrega en la cancha, no pudo mantener su sueño vivo y quedó eliminado tras un 0-0 que favoreció a Flamengo, que supo aprovechar su experiencia y la actuación sobresaliente de su arquero, Agustín Rossi.
El partido, disputado en una noche fría en Buenos Aires, fue una montaña rusa de emociones, con un Racing que salió decidido a dar la vuelta olímpica en su casa, pero que enfrentó obstáculos severos.
La lesión de su capitán Santiago Sosa, quien sufrió una fractura en el maxilar y quedó fuera del partido, fue un golpe duro para el equipo, que tuvo que improvisar en medio del encuentro.
En su lugar, ingresaron Bruno Zuculini y Nazareno Colombo, quienes intentaron fortalecer el medio campo y contener la ofensiva adversaria. La buena labor del arquero Agustín Cambeses fue clave para mantener el cero en el arco local, especialmente en las ocasiones en las que Flamengo se aproximó con peligro.
Flamengo, por su parte, mostró una estrategia de control con pases precisos y circulación de balón, dominando la medular y buscando explotar sus armas en velocidad por las bandas.
La expulsión de Gonzalo Plata a los 60 minutos, tras un encontronazo con Marcos Rojo, conllevó a un cambio en el esquema del equipo carioca, que supo cerrar mejor los espacios y aprovechar la ventaja numérica.
La jugada, que pudo parecer dudosa y que algunos analistas consideran discutible con el uso del VAR, terminó siendo decisiva para la clasificación.
El arquero Rossi se convirtió en figura del encuentro, realizando varias atajadas espectaculares, incluyendo un mano a mano con Tomás Conechny y una intervención impresionante tras un remate de Giorgian De Arrascaeta.
El trabajo defensivo de Flamengo fue compacto y disciplinado, controlando las llegadas de Racing, que ansiaba un gol para forzar la prórroga. Sin embargo, las decisiones en los metros finales, junto con la estructura defensiva del rival, impidieron que los locales concretaran sus oportunidades.
Desde el punto de vista estadístico, el encuentro mostró dominio en posesión para Flamengo, que realizó 12 remates al arco contra cinco de Racing.
La intensidad fue pareja en la primera parte, pero en el segundo tiempo la expulsión cambió radicalmente la dinámica, permitiendo a Flamengo manejar el ritmo del partido y cuidar su ventaja.
La hinchada de Racing se quedó con las ganas de ver a su equipo en una final continental, algo que no sucede desde 1967, cuando enfrentó a Nacional de Montevideo en la última final que disputó en este nivel.
El resultado, además, significa que Flamengo avanza en busca de coronarse campeón de la Copa Libertadores, un título que ha sido esquivo para el club desde su fundación en 1895, aunque en su palmarés cuenta con varias conquistas internacionales y nacionales.
Por otro lado, la eliminación de Racing deja un sabor agridulce, con la esperanza renovada de poder reengancharse en futuros torneos y seguir luchando por alcanzar ese sueño de la final que se le escapó en esta edición.
Queda en la memoria de los hinchas la garra, el esfuerzo y las derrotas que sirven como aprendizaje. La historia del fútbol sudamericano está llena de ejemplos donde los favoritos cayeron en semifinales y luego lograron coronarse en próximas ocasiones.
Ahora, la atención del fútbol argentino y brasileño estará puesta en la definición del torneo, mientras Racing deberá replantear sus objetivos y Flamengo prepara su camino hacia la gloria, con la esperanza de volver a levantar la copa que anhela desde hace décadas.