El camino de Lionel Scaloni desde un jugador anónimo a ser el principal artífice de la exitosa selección argentina.

Lionel Scaloni, un nombre que se ha vuelto sinónimo de éxito en el fútbol argentino, comenzó su trayecto al estrellato desde un perfil bajo. Un futbolista que, según sus propias palabras, había tenido una carrera "bastante digna", se encuentra hoy en la cima del deporte nacional. Con un inicio que incluye la conquista del Mundial sub-20 en Malasia en 1997 y su participación en el Mundial de Alemania 2006, Scaloni ha recorrido un camino que lo llevó a jugar en grandes ligas como LaLiga, la Premier League y la Serie A.

Después de una carrera profesional que finalizó en 2015 en el Atalanta, Scaloni se vio sumido en un periodo de anonimato, casi desconocido para muchos, incluso para los seguidores más apasionados.

Al establecerse en Mallorca con su esposa, Elisa, una española, y comenzar una familia, continuó su vida lejos de los focos. Sin embargo, el destino tenía planes diferentes para él. Scaloni pasó a ser asistente de Jorge Sampaoli primero en el Sevilla, y luego se unió al cuerpo técnico de la selección argentina como analista de rivales.

La vida de Scaloni cambió radicalmente en agosto de 2018. Tras la decepcionante actuación de Argentina en el Mundial de Rusia, la AFA nombró a Scaloni como entrenador interino. Este fue un movimiento arriesgado que generó críticas. La comunidad futbolística se preguntaba, ¿quién es Scaloni? ¿Qué logros tiene? La decisión del presidente de la AFA, Chiqui Tapia, fue polémica, teniendo que respaldar a Scaloni con la figura de César Luis Menotti como director nacional de selecciones.

Afortunadamente, la colaboración de Menotti con Scaloni resultó ser un acierto. Scaloni fue capaz de transformar esa oportunidad en un proyecto exitoso. Con su metodología particular, un grupo cohesionado y un enfoque humildemente estratégico, fue capaz de moldear la selección argentina, construyendo lo que ahora se conoce como la "Scaloneta".

Este equipo ha demostrado no solo ganar, sino también ofrecer un fútbol atractivo, marcando, sin duda, una época dorada en el deporte nacional.

Con el tiempo, Scaloni ha ganado reconocimiento y cariño, convirtiéndose en una figura popular entre los hinchas. Aunque su estilo reservado a veces es visto como un desafío por los medios, su firmeza en mantener sus principios ha sido un rasgo característico de su carrera.

Su liderazgo sereno ha guiado a Argentina a un nuevo renacer futbolístico, y su influencia ha permeado hacia las categorías juveniles, dejando entrever un futuro prometedor para el equipo.

En este contexto, los cambios generacionales en la selección se visualizan bajo un nuevo prisma. La era que se anticipa tras Lionel Messi, que en algún momento parecerá inevitable, se perfila menos traumática de lo esperado, gracias a la visión y dirección de Scaloni.

Aquél que un día fue un jugador anónimo ahora se ha convertido en un referente intocable del fútbol argentino, demostrando que con esfuerzo y humildad, el camino hacia el éxito es posible.