La selección española logró una victoria contundente de 6-0 frente a Turquía en un encuentro destacado por el espectáculo y las jugadas memorables, consolidando su buen inicio en las clasificatorias para el Mundial 2026.

España protagonizó una actuación sobresaliente en las eliminatorias UEFA para el Mundial 2026, al vencer con contundencia a Turquía por 6-0 en un encuentro disputado en Konya.

La goleada refleja la fuerte apuesta del equipo dirigido por Luis de la Fuente, quien en sus primeros partidos al frente del seleccionado nacional ha mostrado una escuadra con gran potencial y calidad.

La victoria deja a España en una posición muy favorable en el Grupo E, acercándola a la clasificación para la próxima fase mundialista.

Desde el inicio del partido, los españoles mostraron su dominio, abriendo el marcador a los seis minutos con un tanto de Pedri, quien continúa consolidándose como uno de los talentos más prometedores del fútbol europeo.

Poco después, Mikel Merino duplicó la ventaja con dos goles en la primera mitad, en un juego que tuvo momentos de verdadero espectáculo, marcado por jugadas individuales y una velocidad de juego que desconcertó a la defensa turca.

Uno de los momentos destacados de la noche fue la actuación de Lamine Yamal, un joven talento del Barcelona, que dejó una serie de movimientos que recordaron a las mejores jugadas de Maradona.

A los 13 minutos, Yamal dejó un regate espectacular por la banda que dejó a su marcador en ridículo, dejando en evidencia su habilidad y visión en el campo.

La jugada fue compartida en redes sociales y fue calificada como una de las mejores de la temporada, confirmando que Yamal puede dar mucho que hablar en los próximos años.

El conjunto turco, ante la avalancha ofensiva española, intentó reforzar su esquema, pero la diferencia de calidad fue palpable en todo momento. Sin embargo, no solo la habilidad individual brilló en los visitantes; también fue clave la velocidad de juego y la organización colectiva que España mostró durante todo el partido.

En la segunda parte, los españoles continuaron con su dominio y aprovecharon los espacios que dejaba una Turquía desesperada por revertir el resultado.

Ferran Torres anotó el cuarto tanto a los 53 minutos, seguido de un doblete de Pedri en los minutos 62 y 68, quien selló su doblete con una jugada de fantasía que dejó a la defensa turca sin respuestas.

Merino completó su triplete en el minuto 58 con un disparo desde lejos, poniendo fin a uno de los mejores partidos de su carrera y demostrando que España tiene un plantel con variantes y talento de sobra para luchar por un lugar en el Mundial.

La actuación de los españoles también estuvo marcada por la lesión de Nico Williams, quien tuvo que abandonar el campo antes del descanso por molestias en la ingle, lo que no mermó el rendimiento del equipo.

Históricamente, esta victoria refleja el resurgir del fútbol español tras algunos años de dudas tras los éxitos de su generación dorada en los Juegos Olímpicos y en los mundiales de Sudáfrica 2010 y Brasil 2014.

La llegada de jugadores jóvenes como Yamal y Pedri, sumada a la experiencia de veteranos, promete un futuro prometedor para la selección.

El entrenador Luis de la Fuente expresó su satisfacción con el rendimiento del equipo, resaltando que aún hay margen para mejorar y que el grupo debe seguir trabajando para alcanzar su máximo potencial.

En cifras, la victoria española en esta eliminatoria representa una inversión en talentos jóvenes y una estrategia de desarrollo que busca consolidar un equipo competitivo para el próximo Mundial, que se disputará en Norteamérica.

La diferencia de costos de jugadores en el mercado europeo hace que talentos como Yamal, cuyo valor se estima en aproximadamente 60 millones de euros, sean piezas clave para las selecciones en su camino hacia el máximo torneo internacional.

Con este resultado, España reafirma su papel como uno de los favoritos en las eliminatorias y deja en evidencia que su proceso de renovación está en marcha, con jugadores con talento y experiencia que prometen hacer historia en la próxima cita mundialista.