La Legislatura Porteña se convirtió en el escenario del homenaje a Hugo Gatti, un arquero que dejó huella en la historia del fútbol argentino.
En la Legislatura Porteña, el mundo del fútbol argentino se unió para rendir homenaje a uno de sus personajes más emblemáticos y carismáticos: Hugo Orlando Gatti, conocido por todos como "El Loco".
El acto tuvo lugar sobre la Avenida Presidente Julio A. Roca, donde amigos, familiares, colegas y aficionados se congregaron para ofrecer un sentido adiós al arquero que se destacó no solo por su habilidad bajo los tres palos, sino también por su personalidad desbordante que dejó una huella imborrable en la historia del deporte.
"Era un loco. Tenía un estilo único, tanto dentro como fuera de la cancha", expresó Guillermo Coppola, quien fue representante de Gatti. En una emotiva intervención, recordó que su amistad con el arquero iba más allá de lo profesional, describiendo a Gatti como un amigo querido y un personaje con una gran riqueza emocional.
"Su partida deja un vacío inmenso, especialmente en sus hijos, quienes han sentido profundamente su ausencia desde la pérdida de su esposa", añadió Coppola, quien también mencionó que a pesar de la tristeza, Gatti siempre mostraba una actitud positiva, participando incluso en un programa de televisión en España.
A la ceremonia asistieron figuras prominentes del fútbol argentino, incluyendo a Jorge Higuaín, quien compartió una conmovedora reflexión sobre Gatti.
"Fue un gran compañero en mi carrera", recordó Higuaín, visiblemente afectado por la pérdida. El exjugador rememoró cómo Gatti lo apoyó en momentos difíciles, ofreciendo compañía en situaciones trágicas. La conexión entre ellos se forjó no solo en el campo de juego, sino en una amistad que perduró a través de los años.
El Salón Presidente Juan Domingo Perón se llenó de anécdotas y recuerdos, mientras amigos y excompañeros de Gatti compartían su dolor y admiración.
"Era un artista, un personaje irrepetible", resonaba entre las conversaciones de los asistentes, quienes luchaban por encontrar palabras que compararan la singularidad de Gatti.
Carlos Randazzo, un excolega en Boca, también expresó su pesar. "Fue un ídolo, un jugador distinto que llegó a ser más que un arquero", rememoró, señalando que Gatti siempre se consideraba más un jugador de campo que un guardameta.
La vida de Gatti estuvo marcada por momentos trascendentales. Desde su tiempo en Boca Juniors hasta su paso por River Plate, su estilo único dejó una impronta significativa en la cultura futbolística argentina.
Enrique Hrabina, compañero dentro y fuera del campo, añadió que Gatti era un verdadero showman en el entorno futbolístico.
"Era un arquero que daba confianza", subrayó Hrabina, resaltando que Gatti nunca se comportó como un arquero típico, y que sus actuaciones eran verdaderas obras de arte.
La ceremonia de despedida culminó con la llegada de su hijo, Lucas Gatti, quien tras recordar a su padre expresó que, aunque enfrentan un profundo vacío, siempre recordarán con alegría y felicidad los momentos compartidos con un ser tan especial.
"Este juego pertenece a la alegría de la gente, no al dinero", concluyó Lucas, evidenciando el legado emocional que deja Hugo Gatti en el fútbol y en todos aquellos que lo conocieron.