Las autoridades de la Ciudad de Buenos Aires refuerzan las medidas para limitar la presencia de hinchas visitantes en los encuentros deportivos, priorizando la seguridad y el orden en los estadios capitalinos.
La Capital argentina continúa fortaleciendo las restricciones para la asistencia de hinchas visitantes en los partidos de fútbol, una decisión que responde a la creciente preocupación por la seguridad y el orden en los estadios de la ciudad.
La iniciativa se formalizó tras una reunión en la sede de Viamonte, en la que participaron el secretario de Seguridad de la Ciudad, Maximiliano Piñeiro; el subsecretario de Seguridad en Eventos Masivos y Deportivos, Juan Manuel Castrilli; y el presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), Claudio Tapia.
Durante el encuentro, quedó claramente establecido que la Ciudad de Buenos Aires no desea que los visitantes extranjeros tengan presencia en la infraestructura deportiva local, buscando evitar incidentes y garantizar la tranquilidad de los espectadores locales.
En este sentido, los clubes más importantes de la ciudad, como River Plate, Boca Juniors, San Lorenzo y Huracán, ya manifestaron en varias ocasiones su oposición a la apertura de las tribunas para hinchas de otros clubes o clubes visitantes.
Para implementar estas medidas, las autoridades se comprometieron a trabajar en un plan conjunto, realizando un relevamiento minucioso en cada club para estudiar los aforos y las capacidades de cada estadio.
La particularidad del fútbol en Buenos Aires radica en que muchas instituciones no cuentan con alambrados o divisiones físicas entre las parcialidades, lo que aumenta los riesgos en los enfrentamientos.
En respuesta a las restricciones, los clubes de la Ciudad de Buenos Aires ya adaptaron sus instalaciones para limitar la asistencia solo a los hinchas de su propia afición y, en la mayoría de los casos, garantizaron que todos los abonados ya tienen sus entradas reservadas.
Sin embargo, en los últimos fines de semana, algunos partidos fuera de la capital, como Lanús frente a Rosario Central y Banfield contra River Plate, permitieron la venta de entradas para hinchas visitantes.
En esos encuentros, se dispersó una cantidad significativa de visitantes: aproximadamente 7 mil hinchas de Rosario Central en la Fortaleza de Lanús, y cerca de 26 mil seguidores de River Plate en el Estadio Mario Kempes de Córdoba, en partidos que despertaron interés y polémica sobre la posible reapertura de esta modalidad en el futuro.
La situación actual en Buenos Aires refleja un contexto histórico en el que la seguridad en los estadios ha sido una preocupación constante. Desde los incidentes de violencia en los años 80 y 90, las autoridades han implementado diversas medidas para reducir los riesgos y proteger a los espectadores.
La decisión de limitar la presencia de hinchas visitantes busca, además, disminuir las posibilidades de hechos violentos y garantizar un ambiente más controlado durante los eventos.
Por ahora, la planificación apunta a que las restricciones se mantendrán durante los próximos partidos en la ciudad, priorizando la seguridad y el orden, en un escenario donde la pasión por el fútbol convive con la necesidad de prevenir conflictos.
La evolución de estas políticas será observada cuidadosamente por clubes, autoridades y la comunidad deportiva en general.