Una revisión del desempeño de los clubes argentinos y brasileños en las competencias de Conmebol, observando una tendencia que invierte el dominio tradicional en fases de eliminación directa y clasificación en las últimas temporadas.
Desde la reanudación del fútbol tras la pandemia, se ha observado un cambio en el rendimiento de los equipos sudamericanos en las competencias continentales organizadas por Conmebol.
Hasta hace unos años, los clubes brasileños dominaban con amplitud los torneos internacionales, con presencia casi constante en las etapas finales y mayor cantidad de clasificados en ambas competiciones principales, la Copa Libertadores y la Copa Sudamericana.
Sin embargo, en la presente temporada, esa tendencia parece invertirse, con un mejor desempeño de los equipos argentinos.
Históricamente, Brasil tuvo en su vasta liga un enorme potencial para dominar estos certámenes. Desde la década del 2000, clubes como Sao Paulo, Palmeiras, Internacional y Flamengo lograron múltiples títulos continentales. La presencia de jugadores traídos desde Europa y la estructura de las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD) impulsaron un fútbol brasileño que parecía imbatible en esas instancias.
La tendencia se sostuvo durante años, con Brasil liderando en clasificados y en rendimiento a nivel internacional.
Por otro lado, Argentina, con una producción futbolística históricamente de alto nivel y una gran cantidad de clubes con tradición, permaneció en un segundo plano en los resultados continentales, aunque con presencia constante en la élite.
Sin embargo, en los últimos tiempos, se ha notado una caída en la supremacía brasileña, que coincide con una crisis en las SAD en Brasil. La crisis económica y las dificultades financieras en los clubes brasileños han afectado su capacidad de mantener un plantel de elite y de realizar campañas competitivas en los torneos internacionales.
Durante el período 2020 a 2024, los datos mostraban que Brasil seguía dominando en número de clasificados y en resultados. De hecho, en la Libertadores, Brasil tenía 20 clubes clasificados por 11 argentinos en ese período, casi el doble. Pero la temporada actual revela una realidad diferente. Al cierre de la fase de grupos, los equipos argentinos muestran un rendimiento destacado y, en varias zonas, lideran o están muy cerca del primer puesto.
Por ejemplo, en el Grupo A, Estudiantes y Botafogo marchan con 9 puntos cada uno, detrás de Universidad de Chile con 10. En el Grupo B, River Plate ya tiene asegurado el liderazgo con 11 puntos, y en el Grupo C, Central Córdoba también lidera con 11 unidades, con Flamengo y Liga de Quito en la lucha por el segundo lugar.
En otros grupos, los clubes argentinos como Estudiantes, Banfield y Racing también muestran un rendimiento superior al de varios brasileños.
Asimismo, en la Sudamericana, Argentina presenta un desempeño igualmente negativo para Brasil en esta edición. Desde 2020, los clubes argentinos lograron mejores clasificaciones que los brasileños en varias temporadas. En 2022, por ejemplo, la presencia argentina fue más destacada, con clubes como Colón, Boca y River terminando en posiciones de privilegio. Sin embargo, en 2023, el liderazgo volvió a ser mayoría para los equipos brasileños, aunque con una notable presencia argentina, como la de Vélez Sarsfield y Newell’s Old Boys.
Históricamente, estos cambios en los resultados se vinculan también con las trasformaciones internas del fútbol sudamericano, en particular en la estructura y la economía de los clubes.
La crisis en Brasil ha llevado a que muchos clubes disminuyan su inversión y cuenten con planteles menos competitivos, lo que se refleja en los resultados internacionales.
Argentina, por su parte, mantiene una liga con más de 30 equipos en la máxima categoría, lo que genera mayor diversidad y oportunidades de clasificación, pero también cierta inestabilidad en el rendimiento global.
El panorama actual evidencia que el fútbol argentino logra un resurgimiento en las competencias internacionales, con un número creciente de equipos que alcanzan fases avanzadas y resultados destacados.
La tendencia sugiere que la supremacía brasileña en estas competiciones, que parecía consolidada en los últimos años, puede estar debilitándose, dando paso a una competencia más equilibrada en el fútbol sudamericano.