El equipo nacional de Irak ha anunciado la incorporación del exentrenador de Australia, Graham Arnold, con la esperanza de avanzar en las eliminatorias mundialistas y conseguir su primera participación en una Copa del Mundo desde 1986.
El equipo nacional de Irak ha dado un paso estratégico importante al contratar a Graham Arnold, un reconocido entrenador que anteriormente dirigió a la selección de Australia.
La noticia fue confirmada el pasado viernes y marca un nuevo capítulo en la historia del fútbol iraquí, que busca volver a disputar una Copa del Mundo después de varias décadas de ausencia.
Graham Arnold, de 54 años, asumió el cargo tras una destacada carrera en el fútbol australiano, donde fue técnico de los Socceroos durante seis años.
Bajo su mando, Australia logró un rendimiento destacado, incluyendo la clasificación a los octavos de final en la Copa del Mundo de 2022, celebrada en Qatar.
En esa ocasión, la selección australiana sorprendió a muchos al avanzar a la fase eliminatoria, algo que no lograba desde 2006.
Antes de su experiencia en Australia, Arnold tuvo una carrera como jugador en su país y posteriormente como entrenador en clubes de la A-League, la liga profesional australiana.
Su estilo de trabajo y su capacidad para motivar a los jugadores le han ganado reconocimiento internacional. Ahora, su misión será llevar a Irak a su primera Copa del Mundo en casi 40 años.
Irak actualmente ocupa la tercera posición en el Grupo B de las eliminatorias asiáticas para el Mundial de 2026, que se celebrará en Canadá, México y Estados Unidos.
La selección iraquí tendrá dos partidos clave en junio: recibe a Corea del Sur en Basra el día 5 y visita a Jordania en Amán cinco días después.
Con seis puntos en juego, estos encuentros podrían ser decisivos para que Irak asegure su boleto mundialista, un logro que no consigue desde su debut en 1986.
El fútbol en Irak tiene una historia llena de altibajos. En los años 80, el equipo fue uno de los más destacados en Asia, logrando la clasificación para dos Copas del Mundo en 1986 y 1990. Sin embargo, conflictos políticos y guerras civiles afectaron profundamente el desarrollo del deporte en el país. A pesar de ello, en las últimas décadas, Irak ha mostrado una notable recuperación, con actuaciones destacadas en torneos continentales como la Copa Asiática, donde alcanzó la final en 2007.
La llegada de Arnold representa una apuesta fuerte por parte de la federación iraquí, que busca aprovechar su experiencia internacional para potenciar a su selección.
La expectativa es que, con su liderazgo, Irak pueda superar obstáculos históricos y lograr por fin su regreso a la máxima cita mundialista. Además, su contratación llega en un momento en que el fútbol en Oriente Medio continúa creciendo en popularidad y nivel competitivo.
Este anuncio ha generado entusiasmo en la afición local, que ve en Arnold una figura capaz de devolver la esperanza a una nación apasionada por el fútbol.
La próxima serie de partidos será crucial, y todos los ojos estarán puestos en cómo su estrategia y liderazgo impactarán en el rendimiento del equipo.
Sin duda, la historia del fútbol iraquí está a punto de escribirse con un nuevo capítulo lleno de expectativas y desafíos.