El conjunto de Estudiantes logró su título en Santiago del Estero tras un dramático partido y, con ello, aseguró su ingreso a la próxima edición de la Copa Libertadores. La victoria también abre la puerta a posibles renovaciones y refuerzos para afrontar nuevos desafíos internacionales.

La noche en Santiago del Estero quedó marcada por la celebración del equipo de Estudiantes de La Plata, que conquistó un importante título en una final llena de emociones y dramatismo.

La definición del Torneo Clausura 2025 resultó ser un episodio memorable para los hinchas pincharratas, quienes vivieron una fiesta que se extendió hasta las primeras horas de la madrugada.

El momento crucial ocurrió en los minutos finales, cuando Guido Carrillo logró empatar el encuentro en el minuto 92, enviando el partido a la tanda de penales.

Fernando Muslera, arquero y capitán del equipo, se convirtió en figura al realizar varias salvadas decisivas que aseguraron la victoria y la consagración del equipo en Santiago del Estero.

La tensión y la ilusión no solo alcanzaron a los jugadores y a la directiva, sino también a los hinchas, que desde las tribunas siguieron el dramático desenlace con fervor.

Este torneo no solo fue una coronación para Estudiantes, sino que también representó un logro deportivo que puede ser histórico para el club. Hasta hace poco, el equipo había tenido una trayectoria irregular a lo largo del año, y su ubicación en la tabla clasificatoria era 15ª, lo que en principio no le garantizaba participación internacional en la próxima temporada.

Sin embargo, gracias a esta victoria y a la clasificación al torneo de clubes más prestigioso de América, el club podrá ingresar a la Copa Libertadores 2025, un objetivo que siempre fue importante para la institución.

Este éxito no solo trae alegría, sino también beneficios económicos relevantes para el club. La clasificación a la Libertadores, según estimaciones recientes, supone ingresos cercanos a los 2.700.000 euros por derechos de participación y premios, además de los beneficios por cada triunfo en la fase de grupos. Para un club que no cuenta con el poder económico de otros gigantes argentinos, estos ingresos representan una oportunidad para fortalecer su plantilla y mantener a sus figuras principales.

Uno de los puntos clave de la celebración fue la presencia de Juan Sebastián Verón, ídolo y actual presidente del club, quien dejó en claro que este triunfo puede ser un punto de partida para afrontar nuevos desafíos.

Además, Verón expresó su interés en renovar la plantilla y buscar refuerzos de calidad que permitan al equipo aspirar a ser protagonista en la próxima Libertadores, logrando así repetir o incluso superar las hazañas de sus mejores épocas en la competición, como en 1968, 1969, 1970 y 2009.

Por otro lado, el técnico Eduardo Domínguez también fue protagonista en la celebración. A pesar de haber recibido una sanción de seis meses por parte del Tribunal de Disciplina de la AFA, considerada injusta por algunos sectores, Domínguez fue perfil bajo, disfrutando del triunfo y mostrando serenidad en sus declaraciones.

Su liderazgo y la forma en que ha logrado armar un equipo competitivo en una temporada de altos y bajos han sido valorados tanto por seguidores como por expertos.

En cuanto a las negociaciones, uno de los temas pendientes es la situación del mediocampista Santiago Ascacibar, cuyo contrato finaliza en un año. El jugador, con pasado en clubes europeos como Stuttgart, Hertha Berlín y Cremonese, ha despertado interés en otros equipos, incluyendo River Plate, que busca un reemplazo para Enzo Pértz.

A pesar de las especulaciones, Ascacibar expresó su deseo de jugar la Libertadores con Estudiantes, aunque dejó en duda su continuidad al afirmar: “Todavía estoy en el club, me queda una final y luego evaluaré la posibilidad de seguir o no”.

El club tendrá que afrontar también posibles cambios en la plantilla durante el mercado de transferencias, considerando que no podrá igualar los contratos millonarios que ofrecen otros equipos, pero sí aprovechará los ingresos adicionales por la clasificación internacional para reforzar su equipo y buscar objetivos más ambiciosos en el plano continental.

Para la próxima temporada, Estudiantes planea apostar a competir en la Copa Libertadores con más intensidad, con miras a repetir o mejorar los resultados históricos de sus mejores campañas.

La continuidad de figuras como Guido Carrillo y José Sosa, quienes renovaron sus contratos, será fundamental en esta estrategia. Ambos jugadores, con experiencia internacional y liderazgo en el vestuario, quieren ayudar a que el equipo logre avanzar aún más en la competencia.

El triunfo en Santiago del Estero ha sido una válvula de escape para un año de altibajos, pero también una oportunidad para reafirmar el proyecto deportivo del club.

La alegría por el título llega en un momento en que el football argentino continúa en plena transformación, enfrentando desafíos económicos y deportivos.

No obstante, la historia y la hinchada de Estudiantes mantienen la esperanza de retornar a la élite del fútbol sudamericano en los próximos años, con esta conquista como un paso importante en esa dirección.