El equipo de Estudiantes logró coronarse en la final del Torneo Clausura 2025 en una definición llena de tensión, enfrentando sanciones, conflictos con la AFA y un entorno cargado de emoción y controversia. La victoria se consolidó tras una serie de partidos ajustados y una gestión técnica destacada por Eduardo Domínguez.

La conquista del torneo por parte de Estudiantes de La Plata en diciembre de 2025 no solo representa un logro deportivo, sino que también revela una profunda historia de resistencia, conflictos institucionales y liderazgo en medio de un escenario cargado de tensión.

La final disputada en la provincia de Santiago del Estero, en el estadio Madre de Ciudades, quedó marcada por escenas que podrían ser dignas de un guion para Netflix, con un epílogo lleno de controversias y emociones.

Este campeonato se gestó en medio de una serie de adversidades que involucraron sanciones y decisiones polémicas por parte de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA).

La sanción a varios jugadores de Estudiantes y a su entrenador, Eduardo Domínguez, quienes debieron ver la final desde las tribunas, fue un elemento adicional que añadió dramatismo a un enfrentamiento que ya prometía ser épico.

La medida, tomada por el Tribunal de Disciplina, fue vista por muchos como una injusticia y sirvió como combustible para que el plantel y la hinchada de Estudiantes encontraran en la adversidad una motivación extra.

Desde marzo de 2023, cuando asumió como DT, Eduardo Domínguez transformó a Estudiantes en un equipo competitivo, pese a las dudas iniciales. En menos de dos años, el técnico construyó un grupo sólido, que supo sobreponerse a golpes como la eliminación en los cuartos de final de la Copa Libertadores frente a Flamengo y las sanciones disciplinarias.

Los partidos decisivos del torneo, todos ganados por 1-0 en condición de visitante, reflejaron un estilo de juego basado en la intensidad, la disciplina y la capacidad de leer los momentos clave.

El camino hacia el título se consolidó en los momentos finales, donde Estudiantes confirmó su carácter ganando un clásico crucial frente a Gimnasia.

La estrategia y liderazgo de Domínguez, apoyado por la mentalidad de Juan Sebastián Verón, presidente del club y exjugador emblemático, fue fundamental.

La relación del entrenador con su plantel y su capacidad para mantener la calma en medio de las turbulencias institucionales fueron claves para sostener la ilusión en la tribuna y en el campo.

Por otro lado, la presencia del presidente de la AFA, Claudio Tapia, en la final fue un foco de atención. Desde un palco en el estadio, Tapia fue objeto de cánticos y protestas por parte de los hinchas de Estudiantes, quienes coreaban