El exfutbolista argentino Carlos Enrique, conocido como 'El Loco', se encuentra en terapia intensiva tras sufrir un infarto que requirió la colocación de dos stents. Su familia y seguidores están pendientes de su evolución.

Carlos Enrique, apodado cariñosamente 'El Loco' por su estilo de juego irreverente y técnico, se encuentra en estado crítico en el Sanatorio Modelo de Quilmes tras sufrir un infarto en las últimas horas.

La urgencia de su internación obligó a realizarle un procedimiento en el que se le colocaron dos stents para reabrir las arterias afectadas. A sus 61 años, el exdefensor argentino vive momentos de tensión, pero recibe atención especializada y el apoyo de sus seres queridos y la comunidad futbolística.

La salud de Enrique preocupa no solo por su figura en el fútbol, sino también por su historia y legado en el deporte argentino. En su etapa profesional, conquistó la Copa Libertadores y la Copa Intercontinental con Independiente en 1984, formando parte de un equipo que escribió una de las páginas doradas de la institution del fútbol argentino.

Además, en 1991 fue campeón de América con la selección nacional dirigida por Alfio Basile, en un ciclo que marcó una generación y que incluyó también a figuras como Diego Maradona.

Héctor Enrique, hermano de Carlos y campeón del mundo con Argentina en 1986 junto a Maradona, fue quien compartió la noticia de la delicada situación del 'Loco' mediante sus redes sociales.

En un emotivo post, expresó: "Mucha fuerza hermano querido, estamos todos contigo", acompañado de una imagen donde ambos aparecen sonrientes, reflejando la cercanía y cariño familiar.

Carlos Enrique debutó en la primera división a los 18 años en Independiente, donde jugó bajo las órdenes del reconocido técnico José Omar Pastoriza.

Su estilo como lateral izquierdo lo convirtió en un jugador clave para un equipo que realizó historia en los años ochenta, siendo un símbolo del fútbol argentino de aquella década.

En 1988, decidió cruzar de vereda y pasó a River Plate, donde formó parte del plantel dirigido por César Luis Menotti. En River, compartió vestuario con Daniel Passarella, aunque la relación no fue siempre fluida. Sin embargo, conquistó dos títulos nacionales en 1990 y 1991.

Caracterizado por su velocidad, técnica y una picardía innata, Enrique no solo brilló en clubes argentinos, sino también en la selección nacional.

Integró la plantilla que, bajo la dirección del técnico Oscar 'Coco' Basile, logró levantar la Copa América en Chile en 1991, un torneo que selló su lugar en la historia del fútbol argentino.

Más allá del terreno de juego, 'El Loco' Enrique tuvo una carrera diversa en clubes, pasando por Lanús, Gimnasia y Tiro de Salta, Banfield y, en su etapa final, en All Boys, donde se despidió de su carrera en 1999.

Tras su retiro, dedicó tiempo a su vocación como entrenador, aunque nunca alcanzó la misma notoriedad que tuvo como futbolista.

En 2017, Enrique hizo un giro en su vida al unirse al Ministerio de Seguridad en Argentina para colaborar en el programa 'Tribuna Segura'. Este sistema controla el ingreso de los hinchas a los estadios mediante la verificación de DNI, con el objetivo de mantener la seguridad y la tranquilidad en los espectáculos deportivos.

La labor del exjugador, que solía estar en las inmediaciones de los estadios pidiendo documentos, fue valorada por la comunidad, ya que su presencia aportaba un aire de respeto y camaradería en medio de las tensiones habituales.

La situación de Enrique pone de manifiesto la importancia de cuidar a los ídolos que marcaron historia y que muchas veces, con su estilo de vida activo y la edad, enfrentan problemas de salud propios del paso del tiempo.

La noticia ha movilizado a sus seguidores, quienes esperan una recuperación exitosa y desean verle pronto recuperado para continuar aportando su legado en el fútbol y en la sociedad.

El fútbol argentino, con su rica historia y tradición, siempre estará ligado a personajes como Carlos Enrique, y su estado de salud invita a reflexionar sobre el cuidado y respeto hacia aquellos que nos brindaron tantos momentos de alegría en el pasado.