El entrenador de Estudiantes de La Plata, Eduardo Domínguez, desestimó haber sido contactado por Boca Juniors y expresó su preocupación por el poco tiempo de descanso entre partidos en el fútbol argentino, además de comentar sobre la situación interna del club y su enfoque de trabajo.

Tras la salida de Fernando Gago y el continuo trabajo a partido por partido de Mariano Herrón como entrenador interino, el puesto de director técnico en Boca Juniors quedó vacante, generando especulaciones sobre posibles candidatos.

Sin embargo, en medio de la eliminación de Estudiantes de La Plata en la Copa Libertadores tras caer en el Estadio Gigante de Arroyito frente a Rosario Central, los periodistas consultaron a Eduardo Domínguez, entrenador del Pincha, acerca de un supuesto interés del club xeneize.

El técnico de 43 años fue claro y directo cuando se le preguntó si había sido contactado por Boca para dirigir al equipo: “Número que no conozco, no atiendo”, afirmó sin dejar lugar a dudas.

Aprovechó la oportunidad para direccionar sus palabras hacia las críticas recibidas y para centrarse en su presente y compromiso con Estudiantes. Según expresó, el plantel sufrió un poco debido al escaso descanso que tuvieron durante la temporada, lo que consideró que afecta el rendimiento del equipo.

Domínguez acusó que Estudiantes tuvo solo 60 horas de descanso entre su último partido en la Copa Libertadores contra Universidad de Chile, en Santiago, y su encuentro del sábado ante Central en Rosario.

“Fuimos los que más jugamos en el último año y medio y no nos cuidaron poniendo el partido en sábado”, criticó. Además, comentó que representar internacionalmente al país conlleva una gran responsabilidad, pero que las dificultades del calendario perjudican el rendimiento.

Sobre la actuación del arbitraje en ese partido, el entrenador trató de remitir las críticas, pero admitió que la actuación del árbitro Andrés Merlos influyó en el desarrollo del juego.

“No sé si dirigió mal, pero la forma en que condiciona, condiciona”, comentó, reconociendo que tales decisiones afectan al equipo, aunque también afirmó que continúa decidido a mantener su proyecto en Argentina y no buscar caminos fuera del país.

Por otro lado, Eduardo Domínguez habló sobre las internas institucionales que enfrenta el club con la Asociación del Fútbol Argentino (AFA). Mencionó que “cuando estás enfrentado a gente poderosa, las consecuencias son muchas” y que en el club “nadie dice nada, todos esperan que seamos nosotros quienes hablemos”.

La tensión interna se convierte en un factor a tener en cuenta en su realidad diaria.

El técnico, que asumió en diciembre de 2022, con una exitosa carrera en diversos clubes argentinos, resaltó que para él es importante seguir trabajando en su país.

“No quiero irme a otro lado”, afirmó, demostrando su compromiso con Estudiantes. El próximo compromiso del equipo será el miércoles, cuando enfrentará a Botafogo en Brasil, en un partido decisivo de la fase de grupos de la Libertadores.

Actualmente, el Pincha lidera la tabla en el Grupo A con nueve puntos, gracias a una campaña sólida hasta el momento.

A modo de cierre, Domínguez destacó que el equipo tendrá cuatro días de descanso y que llegará en buenas condiciones para afrontar los próximos desafíos.

Reconoció que los laterales del plantel, especialmente en Chile, sufrieron mucho desgaste por la intensidad de los partidos y que seguramente analizarán la situación en los días siguientes para planificar adecuadamente la recuperación.

La situación del fútbol argentino, con un calendario ajustado y políticas de descanso que dejan mucho que desear, continúa siendo un tema de debate en el medio.

A pesar de ello, el entrenador de Estudiantes reafirmó su compromiso y su enfoque en el trabajo a largo plazo, orientado a seguir reforzando el equipo y buscando mejores resultados en el torneo continental.