El entrenador Eduardo Domínguez conquistó el título del Clausura con Estudiantes de La Plata, superando dificultades y dudas. El técnico, que despertó rumores de salida tras una temporada complicada, obtuvo su cuarto campeonato con el club y ahora se prepara para la final del Trofeo de Campeones. ¿Continuará en el cargo o se abrirán nuevas oportunidades en su carrera?

En una temporada marcada por altibajos y dudas, Eduardo Domínguez logró coronar su trabajo al llevar a Estudiantes de La Plata a la conquista del título del Clausura 2025.

La campaña estuvo llena de obstáculos, con una racha de 10 partidos sin victorias a nivel local, que casi ponen fin a su ciclo como entrenador del conjunto pincha.

Sin embargo, la resiliencia y la estrategia de Domínguez lograron revertir la situación, culminando con una victoria que quedó en la historia del club.

Estudiantes sufrió derrotas significativas, incluyendo una goleada de 4-0 ante Argentinos Juniors, la eliminación en los octavos de final del torneo Apertura con Central Córdoba, y pérdidas en la Copa Argentina frente a Aldosivi y Vélez Sarfield en la Supercopa Internacional.

Estos resultados complicaron la continuidad del DT, quien en diferentes momentos del año parecía estar cerca del retiro. Sin embargo, el apoyo de la hinchada y del cuerpo técnico, encabezado por figuras como Agustín Alayes y Marcos Angeleri, fue crucial para mantener vivo el proyecto.

El claro punto de inflexión fue el partido contra Huracán en el estadio UNO, donde Estudiantes, en medio de rumores de salida, logró una remontada y triunfó 2-1.

La respuesta del público fue un respaldo masivo al técnico, quien recibió una ovación de pie, demostrando que aún contaba con el apoyo necesario para seguir.

Pero quizás el mayor respaldo vino desde la actuación internacional. En la Copa Libertadores, el equipo alcanzó los cuartos de final tras llegar hasta la definición por penales contra Flamengo, que luego se coronó campeón del torneo.

La participación en dicha competencia fortaleció la credibilidad de Domínguez, que demostró capacidad de adaptación y liderazgo en momentos complejos.

La llegada de refuerzos clave, como Cristian Medina, y la gestión del mercado de pases, en la que Domínguez expresó su desconcierto por la gran cantidad de nombres que circulaban, también marcaron su gestión.

En una conferencia de prensa, el técnico criticó la confusión generada por la dirigencia y aseguró que nunca pensó en renunciar, pese a las especulaciones y la presión interna.

La relación con la dirigencia quedó evidenciada en los incidentes posteriores a la clasificación a octavos, cuando los jugadores, con un fuerte respaldo de Verón, decidieron no hacer el pasillo a Rosario Central, campeón del torneo anterior, en señal de protesta.

Esta acción estuvo cargada de simbolismo, reflejando el espíritu de resistencia que caracterizó su gestión.

Tras vencer en los playoffs a equipos como Central Córdoba, Gimnasia y Racing Club, Estudiantes protagonizó su mejor actuación en años recientes, culminando con el título en la Liga local.

En la ceremonia de premiación, Domínguez mostró autoridad y respeto, saludando fríamente al presidente de la Liga, Claudio Tapia, mientras que con Verón compartió un emotivo abrazo, simbolizando la unión interna del club.

El técnico dejó abierta la posibilidad de seguir dirigiendo a Estudiantes, aunque también ha sido considerado para otros clubes importantes en Argentina y Sudamérica, incluyendo opciones en Boca Juniors, River Plate e incluso la selección peruana.

Su desempeño en esta temporada, en la que conquistó su cuarto título en menos de tres años, ha elevado su perfil y lo ha consolidado como uno de los técnicos más respetados del fútbol argentino.

Con la final del sábado por el Trofeo de Campeones contra Platense en San Nicolás, Domínguez tiene otra oportunidad de sumar una conquista más a su palmarés.

Aunque aún no ha confirmado su continuidad, las circunstancias y los posibles intereses externos se entrelazan con sus decisiones, que seguramente influirán en el futuro cercano del entrenador.

Lo que es seguro es que Eduardo Domínguez, tras resistir desafíos y enormes presiones, celebró su gran momento en el fútbol argentino y ahora mira hacia adelante, con posibilidades abiertas y un prestigio renovado.