La temporada 2025 de Fórmula 1 ha sido marcada por tensiones entre Mercedes y Red Bull, con protestas que generan controversia y debates sobre la justicia deportiva y la ética en la competición.
La temporada 2025 de Fórmula 1 ha sido testigo de una serie de enfrentamientos y polémicas que han puesto en jaque la imagen de uno de los deportes más populares del mundo.
En particular, las disputas entre los equipos Mercedes y Red Bull han acaparado la atención, no solo por los resultados en pista, sino también por las controversias en los procedimientos y las decisiones de los comisarios.
Uno de los momentos más destacados ocurrió en el Gran Premio de Canadá, donde George Russell, piloto de Mercedes, logró una victoria que fue rápidamente cuestionada por su rivalidad con Max Verstappen, piloto de Red Bull.
La escudería austríaca presentó una denuncia formal alegando que Russell había conducido de manera errática y poco deportiva durante el período en que estuvo por delante de Verstappen, especialmente en las escenas que involucraron la salida del Safety Car.
La protesta fue rechazada por los comisarios, pero generó un amplio debate sobre la ética y la justicia en la competición.
Este incidente no fue un hecho aislado. A principios de temporada, en el Gran Premio de Miami, Red Bull también presentó una queja contra Russell, acusándolo de no reducir la velocidad adecuadamente ante banderas amarillas, pero esa denuncia también fue desestimada.
La respuesta de Mercedes, a través del director Toto Wolff, fue dura y criticó duramente las acciones de Red Bull. Wolff afirmó que las protestas eran «absurdas y pequeñas», además de calificarlas como «ridículas». En declaraciones a Sky Sports durante el lanzamiento de una película sobre la historia de la Fórmula 1 en Nueva York, Wolff añadió que «tardaron dos horas en presentar la primera protesta, lo cual demuestra que fue una maniobra infantil y sin fundamento».
El directivo de Mercedes también resaltó que la esencia del deporte debe ser la competencia en la pista, no en las oficinas de los comisarios. «Se gana y se pierde en la pista, esa es la justicia deportiva que defendemos. Es vergonzoso que se gasten horas y recursos en disputas que no aportan nada positivo a la competición», comentó Wolff. Además, criticó la duración de los procesos, que en algunos casos llegaron a durar varias horas, y cuestionó quién decide qué constituye un comportamiento antideportivo, asegurando que Max Verstappen, considerado uno de los mejores pilotos de la actualidad, no participaría en maniobras injustas.
Por su parte, Christian Horner, jefe de Red Bull, defendió la postura de su equipo y afirmó que las protestas estaban justificadas. «Es un derecho del equipo presentar una reclamación si creemos que algo no fue correcto. Vimos algo que no nos pareció justo y decidimos actuar en consecuencia», declaró Horner, quien también acusó a Mercedes de hacer juego sucio. En particular, señaló que Russell había hecho comentarios antes de la carrera respecto a la situación de Verstappen con las penalizaciones, lo cual, en su opinión, mostraba que había un interés en crear distracciones.
El piloto de Mercedes, George Russell, comentó con cierta incredulidad sobre la controversia: «Creo que incluso Max no tenía idea de que había una protesta en marcha.
No entiendo qué estaban pensando, pero me alegra que nada haya ocurrido. Todo esto fue una pérdida de tiempo para todos». La victoria de Russell en Canadá fue la primera para Mercedes en esa temporada, y compartió el podio con su compañero Kimi Antonello y Verstappen, pero las tensiones continuaron más allá de la pista.
Además, la polémica no se limitó a Canadá. La organización del Gran Premio de Las Vegas anunció que la carrera sería extendida hasta 2027, en un evento que ha tenido un arranque de temporada con altibajos, pero que promete seguir generando interés y debate en el mundo del automovilismo.
La manera en que los equipos y los pilotos manejan estas disputas puede marcar la diferencia en la percepción pública, ya que la Fórmula 1 busca mantener su esencia competitiva, pero también la transparencia y la equidad en todas sus acciones.