Este domingo, Donald Trump, exmandatario de Estados Unidos, dejó una huella memorable en la ciudad de Washington al asistir a un partido de la temporada regular de la NFL, en el Northwest Stadium.

La presencia del expresidente fue acompañada por un sobrevuelo estratégico del icónico Air Force One, que generó gran revuelo y múltiples reacciones tanto en los asistentes como en las plataformas digitales.

En la historia de los presidentes estadounidenses, solo en dos ocasiones anteriores un mandatario en funciones había asistido a un juego de la NFL en temporada regular: Richard Nixon en 1969 y Jimmy Carter en 1978.

Trump, sin embargo, se convirtió en el primero en hacerlo en calidad de expresidente en el siglo XXI, además de ser el primer mandatario en acudir a un Super Bowl en 2017.

El espectáculo comenzó con el aterrizaje del Air Force One en la Base Conjunta Andrews. Desde ese momento, el avión presidencial sobrevoló el estadio en un vuelo planeado y controlado, causando admiración y cierta inquietud en las redes sociales.

La imagen del avión sobre el Northwest Stadium fue compartida rápidamente y generó cientos de comentarios entre usuarios sorprendidos y asustados por el vuelo.

Tras descender del aparato, Trump fue visto ingresando al estadio, donde fue recibido con versiones de apoyo y rechazo. Durante el encuentro, el exmandatario se dirigió brevemente a la multitud a través de los altavoces, en un discurso que también fue transmitido por las pantallas gigantes del escenario.

En su mensaje, Trump expresó su optimismo de que la construcción del nuevo estadio de los Washington Commanders, que se estima en unos 3.300 millones de euros, sería una realidad en breve, y que llevaría su nombre, en una iniciativa que conecta con sus aspiraciones a dejar un legado en la franquicia.

El mandatario, acompañado en el palco por el director de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, y el dueño del equipo, Josh Harris, fue tendencia en las redes sociales.

Algunos espectadores mostraron abucheos y gestos de desaprobación cuando el mandatario fue enfocado en pantalla y durante su participación en una ceremonia en el campo, en la que intentó recopilar un juramento para las fuerzas armadas.

Durante su presencia, Trump también hizo referencia a asuntos políticos y económicos, mencionando que Estados Unidos se encontraba en un momento de recuperación y que “el país está bien”, aunque criticó a los demócratas por presunta inacción respecto a la situación política y económica.

Además, habló sobre la futura inversión en infraestructura deportiva, resaltando que el nuevo estadio sería un símbolo de progreso y orgullo para Washington.

El evento adquirió un nivel de simbolismo especial, ya que la aeronave presidencial sobrevoló la ciudad en medio de un contexto político y social complejo, marcado por debates sobre seguridad, liderazgo y el uso de símbolos nacionales.

Para muchos, el vuelo del Air Force One fue una muestra del poder y la influencia del expresidente, mientras que otros lo vieron como un acto de provocación.

En la historia moderna, el episodio rememora vuelos históricos similares, como el sobrevuelo del estadio de River Plate en 1993, cuando un avión de Aerolíneas Argentinas pasó por encima del escenario durante un partido, causando sanciones a los pilotos.

Más cerca en el tiempo, en 2025, el propio Trump participó en una serie de eventos deportivos de alto perfil, incluyendo el Abierto de tenis y carreras de autos, siempre utilizando el deporte como plataforma para sus mensajes políticos.

En síntesis, la presencia de Donald Trump en el estadio y su espectacular sobrevuelo con el Air Force One marcaron un día destacado en la historia de la NFL y la política deportiva en Estados Unidos, ilustrando cómo los símbolos y la presencia mediática siguen siendo herramientas poderosas en la arena pública y nacional.