Cristian Fabbiani, conocido popularmente como 'el Ogro', ha recorrido un camino lleno de altibajos en el mundo del fútbol. Desde sus humildes comienzos a los ocho años, cuando lograba hacer jueguitos en su camino a los entrenamientos en Ciudad Evita, hasta convertirse en un jugador destacado en clubes como Newell's y River Plate, su historia es un testimonio de talento y perseverancia.

A lo largo de su trayectoria, Fabbiani acumuló vivencias que lo llevaron a reflexionar sobre su carrera. Aunque sabía que podría haber sido una gran estrella, admite que no siempre se cuidó como debió haberlo hecho: "Pesaba 120 kilos cuando jugué en Newell's", recuerda con nostalgia.

La falta de disciplina en su alimentación y rutinas de descanso le ha hecho darse cuenta de lo que pudo haber logrado si hubiera tomado decisiones diferentes.

Esta lección de vida, ahora se dedica a compartirla con jóvenes futbolistas en su nuevo rol como director técnico. Tras una breve pero intensa etapa en Deportivo Riestra, Fabbiani regresa a Rosario para liderar a Newell's, el club donde se formó y del cual es ferviente hincha.

Su jugada más emblemática sigue siendo recordada: una espectacular gambeta en el clásico rosarino que, a pesar de no terminar en gol, dejó a los aficionados maravillados.

Aunque su paso por River Plate no fue el esperado, donde anotó solo tres goles en 35 partidos, lo que ha dejado una huella imborrable en el corazón de los hinchas es su carisma y amor por el club.

Durante su presentación como nuevo técnico de Newell's, Fabbiani enfatizó la importancia del trabajo en equipo y el esfuerzo. "El orden gana partidos", expresó, al tiempo que se comprometió a inculcar una ética de trabajo en su plantilla. A lo largo de su carrera, Fabbiani también enfrentó desafíos personales, como una batalla contra el cáncer que logró superar gracias a su fortaleza y mentalidad positiva.

"Siempre dije que la mejor manera de enfrentar esta enfermedad es con alegría", reflexionó en una reciente entrevista. Con una visión renovada y la experiencia acumulada a lo largo de los años, el Ogro vuelve a los terrenos de juego, esta vez con una misión clara: revivir la grandeza de Newell's en el fútbol argentino.

Fabbiani ya es considerado por muchos como un fenómeno no solo por su talento, sino también por su capacidad de conectar con los hinchas y sus compañeros.

Al llegar a Newell's, espera reconstruir la confianza y motivar al equipo hacia un futuro exitoso. Con su regreso, los aficionados están a la expectativa de una nueva era que busca devolver al club a los primeros planos del balompié nacional. La historia del Ogro continúa, ahora desde una perspectiva diferente, pero con el mismo amor incondicional que siempre ha mostrado por el fútbol.