El exjugador inglés Peter Lever falleció a los 84 años tras una breve enfermedad, dejando un legado imborrable en el cricket.
El mundo del cricket se encuentra de luto tras el fallecimiento de Peter Lever, exjugador de la selección inglesa y del equipo de Lancashire, quien nos dejó a los 84 años después de una breve enfermedad.
Su legado en el deporte es indiscutible, habiendo sido un destacado lanzador que representó a Inglaterra en 17 partidos de Test y participó en 10 encuentros de un día, conocidos como One Day Internationals (ODI).
Nacido en 1939, Lever se destacó en los años 60 y 70, donde acumuló cerca de 1,000 wickets con Lancashire. Su carrera se vio marcada por una feroz competencia en la selección nacional, lo que le obligó a esperar hasta los 30 años para debutar oficialmente con Inglaterra.
Sin embargo, su talento no pasó desapercibido, y en 1970, Lever impresionó al tomar 7 wickets por 83 carreras en un partido contra el Resto del Mundo, aunque esos encuentros no fueron considerados como Test oficiales.
Durante la serie Ashes de 1970-71, Lever tuvo un papel fundamental al tomar 13 wickets, contribuyendo a que Inglaterra recuperara el título con una victoria de 2-0.
Su trayectoria en el cricket también lo llevó a ser parte del primer equipo inglés que llegó a las semifinales de la Copa del Mundo de Cricket en 1975.
Sin embargo, su participación en Test fue irregular, ya que se retiró en 1976 tras jugar solo 17 partidos, en los que logró 41 wickets con un promedio de 36.80 y una economía de 2.53.
Lever se unió al cuerpo técnico de Inglaterra como entrenador de bolos bajo la dirección de Ray Illingworth, lo que demuestra su compromiso continuo con el deporte incluso después de colgar los botines.
El año pasado, fue honrado al ser incluido en el Salón de la Fama de Lancashire, un reconocimiento a su contribución al cricket británico.
Uno de los momentos más memorables de su carrera ocurrió durante un Test en Nueva Zelanda en 1975, cuando un lanzamiento de Lever golpeó a Ewen Chatfield en la cabeza, provocando que se requeriera reanimación boca a boca en el campo, un recordatorio del peligro inherente que puede representar el cricket.
A pesar de la feroz competencia a la que se enfrentó durante su carrera, Lever dejó una marca indeleble en el cricket y siempre será recordado por su destreza y dedicación.
Con su fallecimiento, no solo se nos va un gran jugador, sino también un embajador del deporte que inspiró a generaciones de jugadores.
La muerte de Peter Lever también pone de relieve la importancia del cricket en la cultura británica y cómo figuras como él han contribuido a hacer de este deporte una parte fundamental de la identidad nacional.
Su historia es un testimonio de perseverancia y pasión, y su legado perdurará en la memoria de los aficionados y jugadores por igual.