Gary Stead, director técnico de la selección masculina de cricket de Nueva Zelanda, confirmará su renuncia al finalizar su contrato en junio, tras siete años de logros destacados y una carrera llena de hitos históricos en el deporte neozelandés.
El 4 de junio, en Mumbai, se anunció que Gary Stead, entrenador principal del equipo masculino de cricket de Nueva Zelanda, dejará su cargo una vez finalice su contrato a finales de junio.
La noticia fue confirmada a través del sitio oficial de la ICC, marcando el fin de una etapa marcada por éxitos y avances en la historia del cricket neozelandés.
Stead, que ya había dejado su puesto como entrenador en las modalidades de white-ball, no continuará en un rol exclusivo para pruebas, debido a la decisión de Nueva Zelanda Cricket de unificar el cargo de entrenador para los tres formatos del juego.
Durante sus siete años al frente, Stead dejó una marca imborrable en el deporte, logrando que la selección neozelandesa alcanzara su punto más alto en varias categorías.
Entre los logros destacados durante su mandato, se encuentra la victoria en la ICC World Test Championship en 2021, además de ocupar la primera posición en el ranking de Test.
En esa misma época, el equipo logró una histórica barrida de 3-0 en una serie contra India fuera de casa en 2022, un hito que quedó grabado en la memoria del cricket mundial.
La selección también estuvo en la cima en el ranking de ODI, alcanzando finales en torneos internacionales importantes como la Copa del Mundo en 2019, la Champions Trophy en 2025 y el Mundial T20 en 2021, donde también lograron llegar a las semi-finales.
Stead, con una carrera que abarca más de 30 años en el deporte, expresó sentimientos de gratitud y satisfacción por su tiempo al mando. En declaraciones recogidas por la ICC, afirmó: “Han sido siete años llenos de recuerdos increíbles, construidos sobre un grupo de personas talentosas que han dado lo mejor por su país, sus compañeros y los aficionados.” Además, destacó la influencia de sus predecesores, Brendon McCullum y Mike Hesson, quienes dejaron una base sólida de valores y estilo de juego, que él se esforzó en potenciar para mejorar la consistencia del equipo.
Durante su etapa, Stead también fue reconocido por su liderazgo en momentos difíciles y por la capacidad de mantener al equipo competitivo en todas las formas del cricket, un aspecto que valora mucho en el deporte de alto nivel.
“Es un orgullo haber trabajado junto a algunos de los mejores jugadores de Nueva Zelanda. Ver el crecimiento del equipo y competir en los mayores escenarios ha sido una experiencia única y un honor”, comentó.
Sus últimos días en el cargo coincidirán con la preparación del equipo para su gira por Zimbabue en julio y agosto. Mientras tanto, Stead ha anunciado que planea tomarse un tiempo para descansar, pero también manifestó su intención de seguir en el mundo del entrenamiento.
“Necesitaré un tiempo para recargar energías, pero tengo la pasión por seguir aprendiendo y compartiendo mi experiencia. Exploraré oportunidades tanto en Nueva Zelanda como en el extranjero”, explicó.
Nueva Zelanda, una nación con apenas cinco millones de habitantes y recursos limitados en comparación con otros países cricketísticos, ha logrado destacar en el escenario mundial.
La historia reciente del cricket neozelandés está llena de momentos memorables, desde la final del Mundial de 2015 en Australia, donde perdieron en la tanda de super-over, hasta su victoria en la ICC World Test Championship, que consolidó su posición en la élite del cricket mundial.
El homenaje a Stead también vino de figuras importantes como Kane Williamson, quien reconoció: “Steady entregó todo por el equipo. Trabajó con dedicación y pasión para que los Black Caps crecieran y tuvieran éxito. Es uno de los mejores entrenadores que hemos tenido, pero también una gran persona.” Con la salida de Stead, la selección neozelandesa enfrenta ahora el desafío de encontrar un nuevo líder que continúe con la tradición de excelencia y compromiso que él dejó como legado en la historia del cricket neozelandés.