En un emocionante encuentro disputado en Warner Park, la selección de cricket de Australia logró una victoria histórica al derrotar a las Indias Occidentales en la tercera prueba de la serie T20I, asegurando un marcador de 3-0 en la serie de cinco partidos.

La jornada quedó marcada por la exhibición de poder del bateador Tim David, quien alcanzó una de las puntuaciones más rápidas en la historia del cricket T20 internacional para Australia, dejando a los fanáticos de todo el mundo impresionados.

El encuentro comenzó con una fuerte ofensiva de las Indias Occidentales, que lograron establecer una formidable puntuación de 214/4 en su bateo inicial, una marca que supuestamente refleja su poderío en casa.

Sin embargo, la respuesta de Australia fue épica; tras un inicio dubitativo, los visitantes lograron reducirse a 87/4 en 8.4 overs, lo que generó dudas sobre su capacidad de remontar.

Pero fue en ese momento cuando Tim David tomó el protagonismo. El jugador de 29 años, conocido por su fuerza en el bate, se convirtió en el héroe de la jornada con una actuación que será recordada en los anales del cricket.

David, supuestamente motivado por la necesidad de cerrar la serie, asumió el rol de finalizador y desató una tormenta de golpes que dejó a los espectadores boquiabiertos.

Su potencia quedó evidenciada en dos overs consecutivos, en los que, enfrentándose a los lanzadores Gudakesh Motie, Akeal Hosein y Roston Chase, conectó nueve golpes sobre el límite de seis carreras.

En solo 16 bolas, David alcanzó su media mitad de siglo, rompiendo el récord de 17 bolas establecido previamente por Travis Head y Marcus Stoinis, en un momento que supuestamente motivó a la afición australiana.

El gran momento llegó cuando, en solo 37 entregas, David logró su primer y más rápido siglo en T20I, superando la marca de Josh Inglis, que había llegado a esa cifra en 43 bolas en un partido contra Escocia en 2024.

La hazaña de David fue aún más impresionante si se consideran los antecedentes históricos, como el récord de Sahil Chauhan de Estonia, quien en 2023 anotó un siglo en solo 27 bolas en un enfrentamiento contra Chipre.

Su actuación culminó con una notoria puntuación de 102 no eliminado en 37 bolas, con seis cuádruples y 11 máximos de seis, lo que facilitó la victoria de Australia en solo 16.1 overs con una diferencia de seis wickets. Esta victoria no solo aseguró la serie para los australianos, sino que también reafirmó su dominio en el cricket T20 internacional.

No solo David brilló en el escenario, ya que en la primera entrada de las Indias Occidentales, el capitán Shai Hope también alcanzó su primer century en T20I, en 55 bolas, convirtiéndose en el segundo jugador en esa selección en lograrlo, solo detrás del legendario Chris Gayle.

A pesar de los esfuerzos de Hope, la ofensiva de Australia, liderada por David y Owen, quien contribuyó con 36 no eliminado en 18 bolas, fue demasiado para las Antillas.

La serie, que supuestamente se ha convertido en un monólogo de los visitantes, muestra la creciente fuerza del cricket australiano en la modalidad T20, que cada vez gana más seguidores en Europa, especialmente en países como Inglaterra, donde el cricket sigue creciendo en popularidad.

Este encuentro pasará a la historia como uno de los más destacados del cricket internacional, no solo por el resultado, sino también por las marcas récord que se establecieron y que, supuestamente, motivarán a futuras generaciones de jugadores a alcanzar nuevos límites en este deporte tan apasionante.

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