Inglaterra alcanzará un récord de seis equipos en la próxima Liga de Campeones, consolidando su dominio financiero en el fútbol europeo y aumentando la brecha con otros países.
Inglaterra se prepara para enviar un número récord de seis equipos a la próxima edición de la Liga de Campeones, un hecho que refuerza el poder económico de la Premier League en el fútbol europeo.
Esta situación no solo refleja la fortaleza de los clubes ingleses, sino que también evidencia cómo la distribución de ingresos y el control financiero están consolidando un dominio que podría ser difícil de revertir en el futuro cercano.
Desde 2018, la UEFA reserva cuatro plazas garantizadas en la Liga de Campeones para los cuatro países mejor clasificados según sus resultados colectivos en cinco temporadas europeas.
Inglaterra, España, Italia y Alemania han sido los países privilegiados en este reparto, pero la tendencia actual sitúa a Inglaterra en una posición dominante.
Este año, Inglaterra ha acumulado un total de 28.892 puntos de coeficiente UEFA, un 17% más que España, que tiene 24.618, permitiéndole obtener una cuota adicional en la competición más prestigiosa del fútbol continental.
La temporada 2024-2025 será histórica en ese sentido, ya que Inglaterra tendrá seis equipos en la fase de grupos, la mayor cantidad registrada hasta ahora.
Entre estos clubes destacan Manchester United, Tottenham y Chelsea, que han tenido un rendimiento destacado en competiciones europeas, a pesar de sus dificultades en la liga doméstica.
La clasificación de estos equipos a la fase de grupos de la Liga de Campeones no solo representa un logro deportivo, sino también una fuente significativa de ingresos.
La UEFA ha aumentado en un 25% su fondo de premios esta temporada, alcanzando más de 3.300 millones de euros, lo que significa que un club que llegue a los octavos de final puede recibir aproximadamente 100 millones de euros, y el campeón puede embolsar hasta 160 millones.
Este incremento en los premios económicos refleja la expansión del formato de la competición, que ahora cuenta con 36 equipos en lugar de los 32 tradicionales.
La introducción de una plaza adicional para los países con mejor rendimiento en temporadas anteriores ha beneficiado claramente a Inglaterra, que suma 28.892 puntos en el coeficiente UEFA, superando ampliamente a sus rivales. La historia del fútbol europeo muestra que Inglaterra ha sido un referente en la competición desde su inicio, con clubes como Manchester United, Liverpool, Chelsea y Arsenal ganando múltiples títulos a lo largo de las décadas.
El impacto económico de esta tendencia es profundo. Los clubes ingleses más grandes, como Manchester United y Tottenham, no solo disfrutan de ingresos por derechos televisivos globales que superan los 867 millones y 693 millones de dólares, respectivamente, sino que también pueden mantener plantillas con niveles de inversión que otros países no pueden igualar.
Esto se traduce en mayor capacidad para fichar talentos, pagar salarios elevados y ampliar sus infraestructuras.
Por ejemplo, en comparación, el equipo alemán Bayer Leverkusen, que fue el equipo con mayores ingresos en la Europa League del año pasado con aproximadamente 46 millones de euros, tiene mucho menos potencial para competir en igualdad de condiciones con los gigantes ingleses.
La diferencia en recursos también permite a los equipos ingleses hacer movimientos en el mercado de transferencias más agresivos, facilitando la adquisición de jugadores de alto nivel y fortaleciendo sus plantillas.
Este fenómeno ha contribuido a que la brecha financiera entre las ligas europeas se ensanche aún más, consolidando a la Premier League como uno de los campeonatos más ricos y competitivos del mundo.
En el pasado, clubes como Real Madrid, Barcelona y Juventus, que enfrentaron serios problemas económicos, vieron en la Liga de Campeones una fuente vital de ingresos.
Sin embargo, la supremacía de Inglaterra en esta competencia puede marcar el camino para una mayor concentración de riqueza en el fútbol europeo, dificultando la competencia equitativa para los clubes de menor presupuesto.
En definitiva, la presencia de seis equipos ingleses en la próxima Liga de Campeones no solo es un récord, sino también una señal clara de cómo la economía y las estructuras de poder en el fútbol europeo están evolucionando de manera que favorecen a Inglaterra, ampliando la brecha con otros países y consolidando un duopolio económico que podría durar muchos años.