El próximo sábado, en un evento que marcará un cambio en la historia del boxeo, Saúl Álvarez enfrentará a Terence Crawford en Las Vegas. La pelea no solo destacará por los aspectos deportivos, sino también por la innovadora estructura organizativa y las nuevas modalidades de distribución y financiamiento que buscan transformar el deporte.
El sábado próximo, el mundo del boxeo vivirá una jornada que promete marcar un antes y un después en la historia de este deporte. En el Allegiant Stadium de Las Vegas, un escenario con una capacidad para aproximadamente 65.000 espectadores, se enfrentará Saúl Álvarez, conocido como 'Canelo', y Terence Crawford, en una pelea que ha sido llamada la más importante del año y que enfrentará a dos de los mejores peso supermediano del momento.
Este combate representa una serie de cambios estructurales y económicos en la organización del deporte, que reflejan una tendencia hacia la innovación y la adaptación a los nuevos formatos de consumo y patrocinio.
La pelea es la segunda en un acuerdo de cuatro combates que ha llevado a Álvarez a recibir un pago estimado de unos 140 millones de euros, una cifra astronómica que demuestra el interés y la inversión en el boxeo de elite.
Por su parte, Crawford está previsto que perciba cerca de 47 millones de euros.
El evento cuenta con un récord en capacidad de asistencia y un formato de distribución que rompe con las tradicionales transmisiones por pago por visión.
En esta ocasión, la pelea podrá verse en streaming en Netflix, un cambio que marca un hito en la historia de la transmisión deportiva, ya que la plataforma tiene más de 300 millones de suscriptores en más de 190 países y ofrecerá la transmisión sin cobro adicional más allá del pago mensual de aproximadamente 6 euros en el plan básico.
Históricamente, el boxeo ha sido un deporte que ha tenido fuertes escenarios en Las Vegas, sede de peleas legendarias que han marcado tendencias en la industria, como las de Floyd Mayweather y Manny Pacquiao, cuyas veladas lograron recaudaciones por encima de los 63 millones de euros.
La pelea entre Álvarez y Crawford, en este escenario emblemático, prevé una recaudación en taquilla que podría superar los 45 millones de euros, convirtiéndose en uno de los eventos más rentables en la historia del boxeo actual.
En el aspecto organizativo, este combate ha sido promovido por una nueva asociación entre Dana White, director de UFC, y Turki Alalshikh, una figura influyente en el deporte y el entretenimiento saudí.
Esta alianza busca revolucionar el panorama del boxeo, creando un esquema similar al de la UFC, con una liga propia que organice sus propias peleas y reconozca campeones sin depender de los cuatro organismos tradicionales (AMB, CMB, WBO y FIB).
Para ello, están promoviendo una reforma legislativa en Estados Unidos, mediante una propuesta presentada en el Congreso que busca modificar la Ley Muhammad Ali, la cual regula el marco legal del deporte en ese país.
Otra de las novedades en esta pelea es que, además de los títulos de los principales organismos, se disputará también el cinturón de la revista The Ring, con más de un siglo de historia en el boxeo.
Esto ha generado controversia y expectativas en la comunidad especializada, ya que el objetivo de estos cambios es ofrecer una mayor autonomía y reconocimiento a las figuras de la disciplina.
Los valores económicos también reflejan una tendencia hacia la globalización y la reducción de costos para los espectadores. La venta de entradas, cuyo costo oscila entre 318 y 1.334 euros, aún no ha agotado todos los boletos, pero refleja el interés de los aficionados en un evento sin precedentes. Asimismo, Dana White afirmó que la recaudación por taquilla será la tercera más alta en la historia del boxeo, solo superada por peleas de Floyd Mayweather y Manny Pacquiao.
En definitiva, este combate entre Saúl Álvarez y Terence Crawford no solo representa la confrontación entre dos grandes talentos, sino también una demostración de las nuevas tendencias que vienen transformando el boxeo: nuevas formas de financiamiento, distribución digital masiva y cambios en la estructura competitiva que buscan modernizar y dinamizar el deporte.
La velada del sábado será, sin duda, un evento histórico que enfrentará las tradiciones con las innovaciones, estableciendo un nuevo marco para el futuro del boxeo mundial.