Naoya Inoue, reconocido como uno de los mejores boxeadores libra por libra del momento, se encuentra en una situación complicada de cara a su tercera defensa del campeonato indiscutido de la categoría supergallo.

Este viernes, el japonés se medirá ante el surcoreano Ye Joon Kim en el Ariake Arena de Tokio, en un encuentro que presenta más riesgos que beneficios para el campeón.

La pelea está programada para empezar alrededor de las 8 p.m.

y será transmitida por ESPN 3.

Originalmente, Inoue debía enfrentarse al australiano Sam Goodman, quien ocupaba un lugar destacado en los rankings de la FIB y OMB. Sin embargo, una lesión en forma de un corte bajo la ceja izquierda, sufrida durante una sesión de sparring el 14 de diciembre, obligó a Goodman a retirarase del combate.

A pesar de recibir suturas, la herida se reabrió y tuvo que someterse a una cirugía, lo que le mantendrá alejado del ring por al menos seis meses.

Este imprevisto ha llevado a la promotora Ohashi Promotions a buscar un reemplazo rápido, encontrando en Kim una opción viable, quien estaba previsto para un combate complementario.

Inoue, de 31 años y oriundo de Zama, ha expresado su sorpresa y gratitud hacia la organización por haber encontrado un nuevo rival en tan poco tiempo.

Al confirmar la nueva situación, Inoue manifestó su deseo de ofrecer la mejor actuación posible para sus seguidores y espera poder demostrar su talento en esta pelea.

Indudablemente, Inoue entra a este combate como el gran favorito, no sólo por su historial impresionante, que incluye 23 peleas por título mundial, sino también por la inexperiencia de Kim ante oponentes de su calibre.

Kim tiene un récord de 21 victorias (13 por KO), 2 derrotas y 2 empates, y aunque ha alcanzado títulos regionales, nunca ha competido contra un boxeador del nivel de Inoue.

Desde una perspectiva histórica, la última vez que un boxeador surcoreano contendió por un título mundial fue el 24 de noviembre de 2015, cuando Young Gil Bae fue noqueado en el noveno asalto en su combate por el título mínimo del CMB. La escasa representación surcoreana en el boxeo mundial resalta la importancia de esta pelea para Kim, quien ha tenido una trayectoria de vida difícil.

A los cinco años fue abandonado y creció en un orfanato, convirtiéndose en profesional a los 19 sin haber pasado por una carrera amateur.

En el ámbito deportivo, el compromiso que tiene Inoue va más allá de un simple combate.

Se espera que, si logra salir victorioso, se dirija a un enfrentamiento en Las Vegas durante el segundo trimestre del año, donde su posible rival sería el mexicano Alan David Picasso.

Asimismo, el uzbeko Murodjon Akhmadaliev, quien es el actual líder en el ranking de la AMB, se encuentra en espera de su oportunidad para enfrentar a Inoue.

Sin embargo, el boxeo es conocido por sus sorpresas, y el optimismo de Kim podría jugar un papel crucial en la dinámica del encuentro.

A medida que se aproxima el combate, los ojos estarán puestos en Tokio, no sólo en la exhibición de habilidades de Inoue, sino también en lo que Kim puede lograr en un escenario tan importante.