El destacado boxeador japonés Naoya Inoue enfrentará al uzbeko Murodjon Akhmadaliev en un combate que ha generado gran expectativa en Japón, donde los boletos se agotaron rápidamente y han alcanzado precios exorbitantes en el mercado de reventa.
Mientras en Las Vegas se lleva a cabo la esperada pelea entre Saúl 'Canelo' Álvarez y Terence Crawford, la atención del mundo del boxeo no se limita solo a ese evento.
A más de 9.000 kilómetros de distancia, en la ciudad japonesa de Nagoya, se preparó un espectáculo de alto nivel que promete captar la atención de los aficionados al deporte.
Este domingo, el campeón indiscutido de la división supergallo, Naoya Inoue, defenderá sus coronas contra el uzbeko Murodjon Akhmadaliev en una pelea que ha despertado gran entusiasmo en Japón y en el ámbito internacional.
Inoue, considerado uno de los mejores pugilistas libra por libra en la actualidad, llega a este combate con un impresionante récord de 30 victorias, sin derrotas y 27 combates finalizados antes del límite.
Esta pelea será su tercer enfrentamiento en 2025 y la 26ª oportunidad en la que pone en juego al menos un cinturón mundial, reafirmando su estatus como uno de los grandes en la historia del boxeo japonés.
Su último combate en mayo, en Las Vegas, fue una victoria trabajosa contra el texano Ramón Cárdenas, pero en su tierra natal, en Nagoya, su figura alcanza alturas casi de superestrella.
La pelea tendrá lugar en el IG Arena, un recinto con capacidad para 17.000 espectadores que abrió sus puertas en julio de este año y cuyas entradas se agotaron en apenas 10 minutos tras su lanzamiento. La alta demanda ha provocado un fenómeno de reventa, donde los boletos que originalmente costaban unos 70 euros se ofrecen en plataformas online por valores que superan los 1.200 euros.
El espectáculo genera una gran expectativa, no solo por la calidad y el talento de Inoue, sino también por la seguridad de que su oponente, Murodjon Akhmadaliev, dará batalla.
Akhmadaliev, nacido en Chust, Uzbequistán, y radicado en Los Ángeles, tiene un récord profesional de 14 victorias, una derrota y 10 KO’s, y fue campeón mundial en la categoría supergallo entre 2020 y 2023.
El uzbeko es considerado uno de los golpes más potentes en su peso, y su técnica depurada lo ha hecho destacar en el ring. Aunque sufrió una derrota en su última pelea, en abril de 2023, ante el filipino Marlon Tapales, ese combate fue una dura lección que le sirvió para volver más fuerte y preparado para esta nueva oportunidad.
En las semanas previas a la pelea, Akhmadaliev viajó a Japón con varias semanas de anticipación para preparar su plan de combate. En el proceso, se mostró muy respetuoso con Inoue, incluso obsequiándole una túnica tradicional uzbeka, llamada chapan, a su rival y a su equipo, en señal de buena voluntad y respeto mutuo.
Por su parte, Inoue, quien ha sido campeón en varias categorías menores y mayores, expresó su confianza en un resultado positivo. Además, comentó que, tras sus experiencias en peleas anteriores, ha aprendido a gestionar los momentos difíciles dentro del ring y se siente preparado para enfrentar a Akhmadaliev, un adversario que lleva años esperando esta chance.
La pelea no solo es importante por el título en juego, sino también por lo que representa en la historia del boxeo japonés. De triunfar, Inoue consolidaría su legado, y su potencial próximo enfrentamiento sería contra el mexicano Alan David Picasso en Riad, previsto para diciembre, si logra salir victorioso en Nagoya.
Este combate no solo atraerá a los aficionados en Japón, sino que también será seguido en todo el mundo, consolidando a Inoue como uno de los grandes estrellas del deporte y resaltando la calidad de la escena boxística en Asia.
La contienda promete ser vibrante y llena de espectáculo, reafirmando que el boxeo sigue siendo uno de los deportes más emocionantes y globales que existen.