El campeón supermosca de la AMB, Fernando Martínez, se prepara para un combate histórico contra el invicto texano Jesse Bam Rodriguez en Riad, con la expectativa de unificar cinturones mundiales y hacer historia en el boxeo argentino.
La palabra 'experiencia' tiene un peso fundamental en la trayectoria de Fernando Martínez, un boxeador argentino que, a sus 34 años, acumula una carrera llena de aprendizajes y logros.
Desde que debutó como profesional hace más de diez años, Martínez ha sabido convertir cada pelea en una lección y cada tropiezo en una fuente de crecimiento, lo que lo posiciona en un momento clave de su carrera.
El próximo 22 de noviembre, en la ciudad de Riad, en Arabia Saudita, el campeón supermosca de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) tendrá la oportunidad de unificar sus títulos internacionales contra el invicto estadounidense Jesse Bam Rodriguez, quien actualmente ostenta los cinturones del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) y la Organización Mundial de Boxeo (OMB).
Esta pelea, que será uno de los eventos principales de la cartelera enmarcada en la Riyadh Season, es vista como un paso decisivo para que el pugilista argentino deje huella en la historia del deporte.
El escenario de Riad, en la moderna Arabia Saudita, se ha convertido en un escenario emblemático para el boxeo internacional, atrayendo a peleadores de élite y organizadores que buscan extender la influencia del deporte en Oriente Medio.
Históricamente, países como Japón, Estados Unidos y Reino Unido han sido tradicionales sedes de grandes enfrentamientos, pero en los últimos años, la región del Golfo Persico ha emergido como un nuevo epicentro.
Martínez, que ha tenido la oportunidad de viajar por diversos países gracias a su profesión, se muestra emocionado por este nuevo destino. En su infancia, soñaba con viajar en avión, y después de múltiples vuelos por el mundo, agradece al boxeo por abrirle esas puertas. Su último compromiso internacional fue en Japón, donde defendió con éxito su título en las 115 libras tras derrotar a Kazuto Ioka, un referente de ese país y un múltiple campeón en diferentes categorías.
Antes de partir a Arabia Saudita, Fernando realizó un intenso entrenamiento en el gimnasio de los Bomberos Voluntarios de La Boca y en varias sesiones abiertas en el Abasto Shopping.
También, junto a su entrenador y amigo Rodrigo Calabrese, preparan sus mejores estrategias y técnicas de sparring en Las Vegas, donde realizarán la fase final de su preparación.
El rival de Martínez, Jesse Bam Rodriguez, de 25 años, es considerado uno de los peleadores más talentosos en su categoría. Con un impresionante récord de 22 victorias consecutivas, el texano tiene un estilo agresivo y efectivo, con buenas capacidades de contragolpe y un aguante notable.
En su última presentación, en julio, noqueó en el décimo asalto al sudafricano Phumelela Cafu, en una pelea que mostró su poder de finalización y constancia.
El propio Rodríguez afirmó que su estilo se compensa bien con el de Martínez, aunque reconoce las diferencias entre ambos. Según el mexicano-estadounidense, la pelea será difícil, pero confía en su capacidad y en su preparación. Por su parte, Martínez respeta su estilo, pero también confía en la experiencia adquirida en peleas anteriores contra rivales de gran nivel, como Kazuto Ioka.
Desde hace varias semanas, ambas escuadras analizan cada movimiento y virtud del oponente, buscando una estrategia que les permita dominar la pelea. Los analistas deportivos consideran que será una de las confrontaciones más apasionantes del año, en la cual el vencedor no solo obtendrá otro cinturón mundial, sino que también dará un paso gigante para conseguir un record histórico en el boxeo argentino.
El enfrentamiento en Saudi Arabia, además de ser un combate de alto nivel, forma parte de una apuesta del país por posicionarse como uno de los grandes escenarios del deporte mundial.
La Autoridad General de Entretenimiento (GEA) financiando eventos de este calibre, busca atraer a los mejores púgiles del mundo y ofrecer un espectáculo que trascienda fronteras.
Para Martínez, esta pelea simboliza mucho más que un combate: representa la oportunidad de dejar huella, de unificar títulos y de escribir un nuevo capítulo en la historia del boxeo argentino.
Es un sueño que comenzó en su infancia, cuando su padre le enseñó que con esfuerzo y perseverancia, todo es posible.
Con la presencia de su familia y toda su carga emocional, Martínez se prepara para dar lo mejor de sí en una pelea que promete ser memorable y que puede elevar aún más su legado en este deporte.
La historia de este atleta continúa desarrollándose, y en sus propias palabras, aún tiene mucho que demostrar y conquistar antes de pensar en su retiro.