El club argentino Boca Juniors atraviesa una etapa de críticas internas y externas tras recientes derrotas en la Copa y el campeonato local. Los habituales referentes del equipo están siendo apuntados por su bajo rendimiento y actitud, mientras la dirigencia evalúa futuras incorporaciones para fortalecer el plantel de cara a próximos desafíos internacionales.

Boca Juniors, uno de los clubes más históricos y populares de Argentina, se encuentra en medio de un periodo de incertidumbre y cuestionamientos tras una serie de resultados que no han cumplido con las expectativas de su hinchada y directiva.

Aunque en el palco y en las internas del club se reconocen los desafíos deportivos, buena parte de las dudas recaen sobre la actuación y actitud de algunos jugadores claves del plantel.

Las recientes eliminaciones de Boca en la Copa Libertadores y su caída en el Torneo Argentino de apertura han incrementado la presión sobre el cuerpo técnico y los futbolistas.

Los protagonistas en el césped son ahora objeto de análisis y críticas, sobre todo aquellos considerados referentes y capitanes del equipo. Tras la derrota en los penales frente a Alianza Lima, la reunión con la dirección se centró en determinar el futuro de algunos jugadores, quienes buscan mantener su lugar en el equipo.

Entre los nombres que más están siendo cuestionados se encuentran figuras como Marcos Rojo, Edinson Cavani y Miguel Merentiel. Rojo, que llegó en 2021 con expectativas de liderazgo en defensa, solo pudo jugar 11 partidos consecutivos en el torneo local y en el último encuentro fue suplente, situación que ha generado malestar en algunos sectores de la afición.

La disputa por su estado físico y la actitud en el entrenamiento parecen estar en el centro de las críticas.

Por otro lado, Merentiel, que llegó con la reputación de ser un goleador efectivo, marcó 6 goles en lo que va del año, pero falló en momentos decisivos, como en el clásico contra Independiente, donde perdió una pelota que derivó en un gol rival.

La presión para el uruguayo aumenta ante las expectativas de la hinchada que busca que estudiantes clave surjan en su rendimiento.

Edinson Cavani, por su parte, ha tenido altibajos en su participación. En la presente temporada, jugó en 12 de los 21 partidos disputados y anotó solo dos goles. La nuevas lesiones y bajos rendimientos en partidos importantes, como la clasificación a tercera fase de la Libertadores, han puesto en duda la efectividad de su contratación, que se pensaba que sería un aporte determinante a largo plazo.

En la parte defensiva, Ander Herrera, que llegó con chapa de figura europea, no pudo consolidarse debido a lesiones musculares que lo marginaron en varios encuentros.

Solo pudo disputar seis partidos, y este escenario refuerza las dudas acerca de la inversión realizada en su ficha.

El plantel, con una media de edad cercana a los 30 años, también enfrenta la presión de los jóvenes que no terminan de aprovechar las oportunidades.

Carlos Palacios, que tuvo una buena aparición, atravesó un bajón por su inconsistencia y algunos problemas personales, mientras que Alan Velasco no ha podido demostrar la inversión que se hizo en su contratación, sin goles ni asistencias en 15 partidos.

Los problemas internos y las recientes derrotas evidencian la necesidad urgente de reforzar el equipo de cara a futuros compromisos internacionales, especialmente el Mundial de Clubes, que representa uno de los mayores desafíos del club en la temporada.

La dirigencia baraja varias opciones y especula con la posible llegada de refuerzos de peso, incluyendo a figuras como Leandro Paredes, aunque las condiciones económicas y los compromisos existentes dificultan las negociaciones.

En conclusión, Boca Juniors enfrenta un momento de alta presión y cambios inminentes. La evaluación del rendimiento de sus jugadores y la posible incorporación de nuevos talentos serán claves para encarar con éxito los próximos desafíos y devolver la confianza a todos los que visten la camiseta azul y oro.