El equipo de La Ribera logró su quinto título en la historia de la Liga Nacional de Básquet tras derrotar a Instituto de Córdoba en un emocionante séptimo partido. La final se disputó en una Bombonerita colmada y culminó con una ajustada victoria de 78-77, asegurando su bicampeonato y colocándose a la par en campeonatos con clubes como Peñarol y San Lorenzo.

Boca Juniors alcanzó la gloria como bicampeón de la Liga Nacional de Básquet tras una emocionante serie final que culminó en un vibrante séptimo encuentro disputado en su cancha, la Bombonerita.

En un duelo lleno de dramatismo y emociones, el equipo de La Ribera venció por 78-77 a Instituto de Córdoba en un partido que mantuvo a los aficionados al filo de sus asientos hasta el último segundo.

El triunfo representó el quinto título en la historia del club en esta competencia, lo que sitúa a Boca en una posición destacada junto a otros grandes del baloncesto argentino.

Solo Atenas de Córdoba, con nueve trofeos, supera en número de campeonatos a Boca, Peñarol de Mar del Plata y San Lorenzo que tienen cinco cada uno.

La final fue un reflejo de la historia del torneo, donde clubes históricos han dejado su marca y donde la rivalidad y el talento exhibieron un espectáculo de alta calidad.

Durante la fase decisiva, el equipo dirigido por Gonzalo Pérez mostró solidez, a pesar de la dura resistencia del cuadro cordobés liderado por Lucas Victoriano.

La serie fue una montaña rusa de emociones, con ambos equipos alternando el liderazgo en el marcador. La tensión creció aún más en el séptimo partido, que se decidió por apenas un punto de diferencia. Boca aprovechó su localía y la condición de favorito, pero la pelea fue ardua, y la victoria se definió en los últimos segundos cuando Santiago Scala convirtió un triple clave a diez segundos del final.

Pesquisa que fue respondida por un doble de Alex Negrete, dejando a Instituto con opciones mínimas, pero sin conseguir concretarlas, debido a un fallo en el tiro libre de Andrés Ibargüen, que no permitió salvar la diferencia.

El jugador destacado de la noche fue José Vildoza, quien con 17 puntos y tres robos se consagró MVP de las finales. Ya en la temporada pasada, Vildoza había demostrado su jerarquía en el club, y ahora sumó otro logro importante. La serie final estuvo marcada por la competitividad y el sacrificio de los jugadores, con momentos en los que el público vio a su equipo manteniendo la calma ante la presión.

Gonzalo Pérez, quien se convirtió en el primer entrenador debutante en ganar dos finales consecutivas en la historia de la Liga Nacional, expresó su satisfacción tras el triunfo.

En sus declaraciones, el técnico también hizo referencia a las críticas que recibió a lo largo de la temporada, resaltando la importancia de valorar los logros del equipo y de Boca Juniors en particular.

"Ganamos todos los torneos nacionales en los que participamos, y también la final de la Copa Sudamericana. La gente que no entiende esto debería respetar más. Este equipo tiene una historia y una identidad marcada por el esfuerzo y el talento", afirmó.

La figura de la serie fue sin duda la tensión en cada minuto, en donde Boca, aunque siempre estuvo al frente en el marcador, debió luchar con intensidad para mantener la ventaja.

La limpieza y la garra mostradas en esta final consolidan a Boca como una potencia en el baloncesto nacional, y auguran un futuro prometedor para el equipo y sus seguidores.

La celebración en la Bombonerita duró varias horas, cerrando una temporada memorable en la trayectoria de uno de los clubes más importantes del deporte argentino.