La selección argentina cayó en un ajustado partido contra República Dominicana en los minutos finales de la fase de grupos de la AmeriCup 2025, con un desenlace marcado por incidentes que generaron controversia y discusión entre ambos equipos. La tensión en el Polideportivo Alexis Argüello de Managua fue elevada, dejando un saldo de enfrentamientos físicos y decisiones arbitrales polémicas.
Un final polémico y controvertido marcó el encuentro entre las selecciones nacionales de Argentina y República Dominicana por la segunda jornada del grupo C de la AmeriCup 2025, disputado en Managua, Nicaragua.
El partido fue marcado por una gran tensión en la cancha, que culminó en enfrentamientos físicos y un resultado ajustado de 84-83 a favor de los dominicanos en tiempo extra.
El inicio del partido mostró una Argentina sólida, que logró abrir una ventaja de hasta nueve puntos en el primer cuarto, apoyada en un juego colectivo efectivo y en la actuación de jugadores clave como Gonzalo Corbalán y José Vildoza.
Sin embargo, a medida que avanzaba el encuentro, República Dominicana fue ajustando su defensa y recortando diferencias. La segunda mitad fue un escenario de constante paridad, que llevó a un empate 62-62 al finalizar el tiempo reglamentario.
Lo que había sido un partido intenso y con buenas individualidades, se convirtió en un caso de controversia en los minutos finales. En la recta final, Argentina estuvo cerca de asegurarse la victoria con un triple de Corbalán a 33 segundos del cierre del tiempo extra, que los colocaba 83-82 arriba.
No obstante, en la jugada siguiente, David Jones sumó una canasta de dos para dar la victoria a República Dominicana.
El desenlace, sin embargo, quedó empañado por sucesos que generaron revuelo en la cancha. Tras la última jugada, se produjo una confrontación física entre jugadores, que incluyó empujones, discusiones y hasta golpes. Pese a la rápida intervención de árbitros y miembros del cuerpo técnico, las tensiones no disminuyeron inmediatamente, reflejando la intensidad y la fricción que se vivió en el polideportivo Alexis Argüello, en Managua.
Francisco Caffaro, pivote argentino y uno de los jugadores destacados del partido con 16 puntos, expresó su malestar por los incidentes y criticó la falta de decisiones de los árbitros durante el juego.
"Hubo varias faltas y acciones que no fueron sancionadas, sobre todo en los minutos finales. Sentimos que nos favorecieron en muchas jugadas, y eso influyó en el resultado y en la tensión que se vivió al final", señaló. Además, Caffaro hizo referencia a una falta antideportiva que, en su opinión, no fue cobrada y que pudo haber cambiado el trámite del partido.
El entrenador argentino, Pablo Prigioni, también manifestó su postura respecto a la actuación arbitral, resaltando que la permisividad en ciertos contactos físicos favoreció a la selección dominicana.
"Nos costó mucho llegar a la línea de tiros libres, solo nos cobraron cuatro en todo el partido. Con una defensa tan física de ellos, era difícil mantener la disciplina en las faltas. Las decisiones arbitrales influyeron en el resultado y en el comportamiento de los jugadores", explicó.
Por su parte, el técnico de República Dominicana, Néstor García, y el jugador Andrés Feliz, ambos presentes en la rueda de prensa posterior al encuentro, no abordaron directamente los incidentes, pero expresaron satisfacción por la victoria y destacaron la intensidad del juego.
García comentó que fortalecieron su defensa en los momentos claves y que el esfuerzo colectivo fue determinante.
Este resultado deja a Argentina en una posición complicada en el grupo C, con solo una victoria y una derrota en la fase de grupos. El equipo dirigido por Prigioni enfrentará a Colombia en su próximo partido, un encuentro que consideran clave para mantener sus opciones de avanzar a los cruces.
La derrota también generó debates sobre la necesidad de mejorar el control en los aspectos físicos del juego y sobre cómo las decisiones arbitrales pueden influir en el desarrollo de partidos de alto nivel.
La AmeriCup 2025 continúa desarrollándose en un escenario donde la pasión, la tensión y el talento se combinan, pero también ponen a prueba la capacidad de los organismos para gestionar incidentes y mantener el espíritu deportivo.
La experiencia de este encuentro seguramente será analizada en profundidad por las federaciones y los comités organizadores para futuras ediciones, con el objetivo de promover un baloncesto limpio, justo y respetuoso en la región.