Se ha presentado el primer tren eléctrico de una serie de diez que implementará la línea ferroviaria que unirá el centro de Barcelona con el aeropuerto Josep Tarradellas, mejorando la movilidad en la región. La infraestructura, prevista para finales de 2026, contará con múltiples innovaciones para una mayor comodidad y eficiencia.
En Cataluña, ha sido presentado el primer de los diez trenes eléctricos destinados a la nueva línea de Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC), que conectará el corazón de Barcelona con las terminales T1 y T2 del Aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat.
El proyecto, cuyo plazo de puesta en marcha está previsto para finales de 2026 o principios de 2027, representa un avance significativo en la mejora de las conexiones de transporte en la región.
La nueva línea ferroviaria tendrá una extensión de aproximadamente 22,7 kilómetros y contará con nueve estaciones distribuidas a lo largo del trayecto: Sant Andreu, Sagrera, El Clot, Passeig de Gràcia, Sants, Bellvitge, El Prat, Aeropuerto T2 y Aeropuerto T1.
La frecuencia de los trenes será de aproximadamente cada 15 minutos, permitiendo completar el recorrido desde el centro de Barcelona hasta la terminal T1 en poco más de 20 minutos.
Este servicio mejorará significativamente la movilidad de los viajeros, reduciendo tiempos y facilitando el acceso tanto para turistas como para residentes.
Los trenes, fabricados por la compañía francesa Alstom en su planta de Santa Perpètua de Mogoda, cuentan con una capacidad para 656 pasajeros repartidos en cinco coches.
Además de su eficiencia energética, estos trenes están equipados con tecnología moderna, incluyendo información en tiempo real sobre vuelos, espacios para equipaje, zonas destinadas para bicicletas y cochecitos, así como aseos adaptados para personas con movilidad reducida.
Las puertas disponen de señalización luminosa y rampas automáticas, diseñadas para facilitar el acceso a todos los usuarios.
Actualmente, se llevan a cabo pruebas estáticas y dinámicas en el Centro Industrial de Alstom, donde se valida aspectos como tracción, frenado, señalización, telecomunicaciones y comportamiento en movimiento de los trenes.
Estas pruebas aseguran la seguridad y fiabilidad del servicio antes de su puesta en marcha.
Paralelamente, se está construyendo un nuevo taller de mantenimiento en Santa Perpètua de Mogoda, que contará con una superficie de aproximadamente 3.500 metros cuadrados y dos vías de trabajo. Estas instalaciones, cuya finalización está prevista para la primavera de 2026, garantizan el mantenimiento de los trenes durante los próximos 15 años y buscan reforzar la fiabilidad operativa del servicio.
Este proyecto forma parte de una estrategia más amplia por parte de las autoridades catalanas para modernizar la infraestructura de transporte público en la región, promoviendo la sostenibilidad y reduciendo las emisiones de carbono.
La inversión total en la línea, incluyendo trenes y estaciones, supera los 250 millones de euros, equivalentes a aproximadamente 220 millones de dólares o 200 millones de libras esterlinas, considerando los tipos de cambio actuales.
La iniciativa también se alinea con los objetivos europeos de reducción de emisiones y fomento del uso de transporte público limpio y eficiente.
Con estas mejoras, Cataluña busca consolidarse como una región líder en movilidad sostenible, facilitando conexiones rápidas y cómodas entre diferentes puntos estratégicos y promoviendo una movilidad más ecológica y accesible para todos sus ciudadanos.