El Servicio Catalán de Tráfico implementará seis radares de remolque en diferentes puntos de la red vial, para reducir accidentes y mejorar la seguridad en las carreteras catalanas.

En Cataluña, el Servicio Catalán de Tráfico (SCT) ha anunciado la incorporación de seis nuevos radares en remolque que serán instalados en diferentes puntos estratégicos de la red viaria de la región, especialmente en zonas donde se registra una alta incidencia de accidentes.

Estos dispositivos se suman a los cuatro que ya están en funcionamiento, formando así un sistema más robusto para luchar contra la dispersión de siniestros en las vías catalanas.

Los radares en remolque son dispositivos móviles, diseñados para ser transportados y colocados en distintos lugares según sea necesario. A diferencia de los radares fijos, estos no requieren conexión eléctrica permanente, ya que funcionan con baterías recargables. Además, pueden permanecer en un mismo sitio durante varios días, permitiendo un análisis más extenso del comportamiento de los conductores en zonas concretas.

Estas unidades cuentan con tecnología avanzada que realiza un seguimiento dinámico del vehículo durante unos metros, pudiendo determinar su velocidad exacta en diferentes carriles.

Esto permite detectar con precisión a quienes exceden los límites establecidos, incluso en vías con múltiples carriles. Los radares en remolque están conectados a internet, lo que posibilita gestionar en tiempo real las infracciones y emitir la denuncia correspondiente rápidamente, facilitando así la labor de las autoridades.

Su diseño está pensado para garantizar la seguridad tanto de los operarios como de los conductores; se colocan en el margen de la carretera en lugares visibles, y su estructura de carcasa resistente los hace a prueba de vandalismos.

La aplicación de estos radares móviles forma parte de una estrategia más amplia para reducir la siniestralidad en las carreteras catalanas. Desde que se instaló en los tramos supervisados, la tasa de accidentes se ha reducido entre un 65% y un 80%, cifras que reflejan la eficacia de los controles en la disminución de conductas de riesgo.

La velocidad excesiva sigue siendo una de las principales causas de accidentes graves y lesiones, por ello, el control en todos los entornos viarios es fundamental.

La iniciativa busca extender estos beneficios a toda la red, incluyendo autopistas, vías rápidas, carreteras comarcales y locales. Con una inversión aproximada de 20.000 euros por unidad, estos dispositivos proporcionan una herramienta eficiente, no solo para sancionar, sino también para concienciar a los conductores sobre la importancia de respetar los límites de velocidad.

La inversión en tecnología de control de velocidad en Cataluña responde a una necesidad histórica de mejorar la seguridad vial. A lo largo de los años, los datos muestran que reducir la velocidad en determinados tramos disminuye drásticamente los accidentes y las lesiones derivadas de ellos.

La comunidad ha promovido regularmente campañas de sensibilización, pero la presencia de radares móviles permite una respuesta más efectiva y oportuna.

La medida también forma parte de los esfuerzos europeos para adaptar las infraestructuras a las normativas de seguridad vial y reducir las muertes en las carreteras.

En definitiva, estos nuevos radares son una herramienta clave para lograr una circulación más segura y ordenada en la región, contribuyendo a salvar vidas y a reducir los costes sociales y económicos asociados a los accidentes de tráfico.