Conmemorando su 650 aniversario, Cataluña organiza jornadas internacionales para honrar el Atlas Catalán, una obra clave del siglo XIV que refleja el conocimiento geográfico y cultural de la época. La pieza, creada en Mallorca y conservada en París, ofrece una visión única del mundo medieval.

Este año, Cataluña celebra con gran orgullo el 650 aniversario del Atlas Catalán, una de las obras cartográficas más destacadas de la Edad Media. Esta iniciativa se refleja en unas jornadas internacionales organizadas por el Instituto Cartográfico y Geológico de Cataluña junto con el Museo de Historia de Barcelona, y que se llevan a cabo en el histórico Palau Major de Barcelona.

El Atlas Catalán, creado alrededor de 1375, representa una ventana única al conocimiento geográfico y cultural de la época. La obra fue atribuida al tatacón judío mallorquín Cresques Abraham y su hijo Jefudá, autores de renombre en el mundo de la cartografía medieval. Originalmente elaborada en Mallorca, la obra fue un encargo de la dinastía catalana y parecía destinado a obsequiar al rey de Francia, Carlos V. Actualmente, el atlas se conserva en la Biblioteca Nacional de Francia, en París, donde sigue siendo una referencia invaluable para historiadores y geógrafos.

El Atlas Catalán se distingue por sus ilustraciones y detalles que reflejan la visión del mundo en el siglo XIV. Por ejemplo, contiene una de las representaciones más antiguas de una rosa de los vientos decorada e iluminada, un elemento que marcaría los mapas marítimos posteriores.

Además, incluye ilustraciones de monarcas y personajes históricos, como Mansa Musa de Mali, considerado uno de los gobernantes más ricos y poderosos del África Occidental, y la reina de Sabá, resaltando la importancia de los reinos y culturas en el conocimiento medieval.

Asimismo, presenta escenas mitológicas y descripciones de fenómenos naturales, como el color rojo del Mar Rojo, explicado en el atlas por el fondo marino, en lugar de por las aguas.

También narra exploraciones marítimas, destacando la expedición del navegante mallorquín Jaume Ferrer, quien en 1346 partió hacia el