El gobierno catalán aprueba un conjunto de medidas para limitar el uso de teléfonos móviles y otros dispositivos digitales en las aulas, promoviendo una educación más presencial y centrada en la convivencia, además de potenciar la formación en inteligencia artificial y el combate a las noticias falsas.

En la región de Cataluña, se ha anunciado una serie de nuevas medidas educativas para el próximo curso escolar 2025-2026, con el objetivo de transformar el uso de la tecnología en los centros educativos y mejorar la calidad del aprendizaje y la convivencia.

Una de las novedades más destacadas es la prohibición total del uso de dispositivos móviles durante toda la etapa de educación obligatoria, que abarca desde primaria hasta el final de secundaria.

Esta restricción será efectiva desde el inicio del próximo curso y se aplicará tanto en las aulas como en todos los espacios de los centros educativos, incluyendo los pasillos y zonas comunes.

Además, no se permitirá el uso de relojes inteligentes por parte del alumnado, buscando reducir las distracciones y promover un entorno más centrado en la interacción presencial y en actividades pedagógicas tradicionales.

Estas decisiones forman parte del Plan de digitalización responsable, una estrategia que busca racionalizar el uso de la tecnología en la educación y apuntar hacia metodologías más tradicionales y participativas.

La medida ha sido respaldada por una evaluación realizada en los centros públicos catalanes, que incluyó encuestas a docentes y directivos.

Según los datos obtenidos, el 68% de los docentes y equipos directivos están de acuerdo en la implementación de una prohibición total de los teléfonos móviles en la educación secundaria.

Por otro lado, el 89% considera que la regulación actual en el curso 2024-2025 ha tenido un impacto positivo en aspectos como la convivencia escolar, la atención en clase y el rendimiento académico.

En cuanto a la utilización de tecnología en las aulas, entre el 63% y el 66% de los docentes afirmaron no haber utilizado sus teléfonos durante ninguna actividad pedagógica durante el presente curso, indicando una tendencia a reducir o eliminar el uso de estos dispositivos.

Asimismo, en la misma línea de restricciones, se reducirá progresivamente la presencia de pizarras digitales interactivas y tabletas digitales, sustituyéndolas por métodos más tradicionales de enseñanza.

Sin embargo, no se dejará de potenciar la dotación tecnológica en otras áreas: se continuará entregando ordenadores portátiles al alumnado de 6º de primaria y también se incluirá en la financiación a estudiantes de Formación Profesional Básica.

Entre las novedades para mejorar la competencia digital, se incorporará formación específica en inteligencia artificial dirigida tanto a estudiantes como a docentes, abordando sus beneficios, límites y riesgos potenciales.

A la vez, se intensificará en el currículo escolar la enseñanza sobre el análisis crítico de noticias y la detección de información falsa, como parte de la apuesta por fortalecer el pensamiento crítico en la juventud.

Otra línea de acción será la búsqueda de plataformas tecnológicas seguras que satisfagan las necesidades educativas y garanticen la protección de los datos de alumnos y docentes, en un contexto donde la digitalización sigue siendo un reto y una oportunidad a la vez.

Cataluña continúa así en su camino hacia una educación más responsable y adaptada a los desafíos del siglo XXI, con un énfasis especial en promover la convivencia y el uso racional de la tecnología en el entorno escolar.