La Semana Santa en Castilla y León de 2025 genera un impacto económico cercano a los 90 millones de euros, con un notable aumento en turistas extranjeros y pernoctaciones comparado con años anteriores.

La Semana Santa de 2025 en Castilla y León ha dejado unos resultados económicos sin precedentes en la región, alcanzando una cifra cercana a los 90 millones de euros, lo que supone un incremento del 32 % respecto al año anterior.

Este aumento se atribuye principalmente al crecimiento en el número de turistas que eligieron alojarse en la comunidad, así como al mayor gasto diario realizado durante su estancia.

Según datos preliminares de la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte, el movimiento turístico durante las diez noches de celebración, desde el Viernes de Dolores hasta el Domingo de Resurrección, fue particularmente intenso, registrando un total de 545.006 pernoctaciones. Además, en el período más concentrado de la festividad, de Jueves Santo a Domingo de Resurrección, se contabilizaron 240.847 pernoctaciones, lo que representa un aumento del 9,44 % y del 7,48 %, respectivamente, en comparación con el año anterior.

Uno de los aspectos más destacados de esta temporada ha sido el notable incremento en las pernoctaciones de turistas internacionales, que crecieron un 64,53 %.

Este incremento refleja la creciente popularidad de la Semana Santa en Castilla y León a nivel internacional, consolidando su posición como uno de los eventos culturales y religiosos más importantes del país.

En cuanto a los tipos de alojamiento, los hoteles y el turismo rural continúan siendo los preferidos por los visitantes, con aproximadamente el 70 % de las plazas ocupadas en estos establecimientos.

Además, ha experimentado un crecimiento significativo el número de pernoctaciones en hostales, campings y albergues, especialmente por parte de turistas extranjeros, que han optado con mayor frecuencia por alojamientos de menor capacidad y mayor cercanía a los lugares de celebración.

La promoción de la Semana Santa en la región ha sido una estrategia clave para potenciar su impacto turístico y económico. La Consejería de Cultura, Turismo y Deporte destinó cerca de 275.000 euros (unos 275.000 euros) a apoyar a cofradías, hermandades y juntas organizadoras, con el fin de financiar actividades de promoción y difusión. Además, se lanzó la campaña ‘Semana Santa en Castilla y León. Única’, que abarca desde anuncios en medios digitales hasta presencia en ferias especializadas, incluyendo la distribución de materiales promocionales que detallan la programación de las procesiones y eventos religiosos.

Una de las acciones más visibles fue la proyección de un vídeo promocional en puntos estratégicos de Madrid, principal mercado emisor de turistas hacia Castilla y León.

La campaña también incluyó la organización de un Programa de Apertura de Monumentos en las nueve provincias, que finalizó en el Día de Pascua, permitiendo a los visitantes disfrutar de los monumentos y templos históricos en horarios ampliados.

El sector turístico de Castilla y León ha sabido aprovechar su riqueza cultural y patrimonial, que incluye numerosos monumentos declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, como la Catedral de Burgos, las obras de El Greco en Toledo o las iglesias románicas de la provincia de Zamora.

La historia de esta región remonta a tiempos pre-romanos y ha sido testigo de diversas civilizaciones que han dejado un legado artístico y cultural invaluable.

En el ámbito económico, este aumento en el turismo no solo beneficia a los alojamientos, sino también a la restauración, el comercio y otros servicios complementarios.

La Semana Santa ha demostrado ser un motor de desarrollo económico, capaz de atraer visitantes durante todo el año y consolidar a Castilla y León como un destino cultural de referencia en España.

Con estas cifras y estrategias, la comunidad busca seguir reforzando su posición en el mapa turístico nacional e internacional, promoviendo un turismo sostenible y respetuoso con su patrimonio y medio ambiente.

La tendencia indica que la Semana Santa de 2025 será recordada no solo por sus procesiones y eventos religiosos, sino también por su impacto positivo en la economía regional.