La nueva sede de Scayle estará completamente operativa a finales de 2025, impulsando la investigación en Castilla y León.

La Junta de Castilla y León avanza en la construcción de la nueva sede de la Fundación Centro de Supercomputación de Castilla y León (Scayle), que se espera esté operativa en el último trimestre del año 2025.

Este proyecto, que cuenta con una inversión aproximada de 3 millones de euros (alrededor de 2,5 millones de euros tras la conversión), tiene como objetivo mejorar la capacidad de servicios que esta infraestructura presta a empresas y a la comunidad científica.

La nueva sede estará situada en la calle Profesor Gaspar Morocho, en las cercanías del Centro Integrado de Formación Profesional Tecnológico Industrial de León.

Con una superficie construida de 1.500 metros cuadrados, el edificio estará diseñado para ofrecer una variedad de espacios funcionales, que incluirán aulas de formación, oficinas, salas de reuniones y áreas polivalentes.

La construcción está siendo ejecutada por la empresa pública Somacyl, y el diseño arquitectónico contempla dos prismas diferenciados, uno destinado a oficinas y el otro a salas de computación.

Un espacio central conectará ambos prismas, actuando como acceso principal y distribuidor, además de servir como un área para conferencias y eventos.

El consejero de Movilidad y Transformación Digital, Sanz Merino, destacó la importancia de contar con un supercomputador de referencia en Castilla y León, ya que esto es vital para potenciar el tejido empresarial de la región y posicionar a la comunidad como un referente tecnológico tanto a nivel nacional como internacional.

Durante la actual legislatura, se prevé que la inversión total alcance los 20 millones de euros, muchos de ellos relacionados con los Fondos Next Generation, que están dirigidos a proyectos de modernización y desarrollo.

Scayle no solo es una de las tres Infraestructuras Científicas y Técnicas Singulares (ICTS) de Castilla y León, junto con el Centro de Láseres Pulsados Ultraintensos de Salamanca y el Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana de Burgos, sino que también es la única de estas tres que está compuesta exclusivamente por entidades de la comunidad.

Estas infraestructuras son fundamentales para el desarrollo de investigaciones de alta calidad y para la transferencia de tecnología.

Además, Scayle forma parte de la Red Española de Supercomputación (RES), proporcionando a la comunidad científica nacional un total de 5 millones de horas de cálculo cada cuatro meses, que se destinan a los proyectos de investigación más valorados.

Recientemente, también se firmó un protocolo de actuación con la Unidad Militar de Emergencias para colaborar en el proyecto 'Atlantis', que busca mejorar las capacidades de simulación y apoyo a la decisión operativa.

Con el avance de este proyecto, Castilla y León se posiciona como un actor clave en el ámbito de la supercomputación, lo que no solo beneficiará a las instituciones académicas y de investigación, sino también a las empresas que busquen innovación y desarrollo tecnológico en sus procesos.