Las agresiones al personal sanitario en Castilla y León durante 2024 experimentaron un incremento cercano al 31 %, alcanzando un total de más de mil incidentes, con un notable aumento en las agresiones físicas y verbales, especialmente en áreas de salud mental y urgencias.
Durante el año 2024, el número de agresiones registradas hacia el personal sanitario en Castilla y León sufrió un notable incremento, aproximándose al 31 % en comparación con el año anterior.
Según datos del Observatorio de la Comunidad, en total se documentaron 1.062 incidentes, en los cuales fueron afectados más de mil profesionales de diferentes categorías. Este aumento refleja una tendencia preocupante que ha puesto en alerta a las autoridades sanitarias y a los propios trabajadores, quienes enfrentan cada vez más situaciones de riesgo en su labor diaria.
Supuestamente, en 2024 se produjeron 501 agresiones en Atención Primaria, de las cuales 226 ocurrieron en centros rurales y 275 en centros urbanos o semiurbanos.
En los hospitales, se registraron aproximadamente 550 incidentes, además de 11 agresiones en otros ámbitos relacionados con la atención sanitaria. La distribución territorial muestra que las provincias de Burgos, con 208 incidentes, y Salamanca, con 99, concentran la mayor parte de los incidentes, aunque también se registraron cifras significativas en León y El Bierzo.
Un dato llamativo es que el 83 % de las víctimas de estas agresiones son mujeres, lo cual resulta comprensible dado que aproximadamente el 79 % del personal sanitario en la región son mujeres, según datos de la propia Consejería de Sanidad.
Las agresiones incluyen tanto actos físicos como verbales y psicológicos, siendo estas últimas las más frecuentes, con 940 casos, y un total de 449 agresiones físicas registradas durante el mismo período.
Supuestamente, las áreas más conflictivas son los servicios de salud mental y urgencias. En concreto, más de la mitad de las agresiones físicas, 115 de 202, ocurrieron en unidades dedicadas a la salud mental, donde la tensión y las conductas problemáticas parecen ser un factor recurrente.
Además, en los servicios de urgencias se produjeron aproximadamente el 15 % de estos incidentes, lo que evidencia la necesidad de reforzar la seguridad en estos puntos críticos.
Por categorías profesionales, el personal de enfermería sufrió la mayor parte de las agresiones físicas, con 78 casos, seguido de los técnicos en cuidados de enfermería (TCAE) y médicos.
Las agresiones en estos ámbitos suelen estar relacionadas con el deterioro en la relación entre pacientes y profesionales, muchas veces motivadas por la insatisfacción respecto a los tiempos de espera, los tratamientos o la percepción del trato recibido.
Algunos de estos incidentes también estuvieron vinculados a problemas de salud mental, adicciones o conductas problemáticas por parte de los pacientes.
Supuestamente, en 2024, 21 agresiones físicas se registraron en personal médico, mientras que la mayoría ocurrió en personal de enfermería y TCAE.
En cuanto a las circunstancias, la mayoría de los agresores actuaron en solitario (85,6 %), siendo pacientes hombres (55,5 %) y con un perfil de reincidente en casi el 10 % de los casos.
Las lesiones ocasionadas en estas agresiones físicas supusieron que, aproximadamente, 449 profesionales necesitaran atención médica, siendo la mayoría de ellas de carácter psicológico.
Desde el punto de vista legal y administrativo, el Observatorio de la Comunidad informó que desde 2005 se han dictado 280 sentencias condenatorias y 297 resoluciones sancionadoras contra agresores.
El Código Penal contempla penas de uno a cuatro años de prisión para quienes cometen actos de atentado contra profesionales sanitarios en el ejercicio de su labor, y la colaboración con la Fiscalía y las fuerzas de seguridad del Estado ha sido reforzada en los últimos años.
Supuestamente, se han implementado varias medidas para reducir estas cifras. Entre ellas, destaca una campaña de sensibilización en medios de comunicación, realizada en mayo y junio de 2024, que incidió en las consecuencias legales y personales de las agresiones.
Además, en febrero de 2024 entró en vigor un nuevo seguro de defensa jurídica con la compañía ARAG, que ofrece asesoramiento gratuito a los profesionales afectados a través de un teléfono gratuito y la app AlertCops, que cuenta con un botón SOS específico para sanitarios.
Asimismo, se distribuyó durante el verano de 2024 una nueva cartelería en todos los centros sanitarios de la región, destinada a prevenir y alertar sobre las agresiones, en línea con las políticas de igualdad y sensibilización promovidas por la Junta de Castilla y León.
En 2024, también se impartieron 63 cursos de formación en prevención de agresiones, participando más de 1.400 profesionales.
A pesar de estas acciones, la preocupación sigue vigente, y las autoridades sanitarias trabajan en mejorar las condiciones de seguridad y protección de los profesionales, quienes enfrentan día a día situaciones que podrían poner en riesgo su integridad física y emocional.
La tendencia de incremento en las agresiones requiere una respuesta coordinada que involucre a todos los actores del sistema sanitario para garantizar un entorno de trabajo seguro y respetuoso.