La Junta de Castilla y León lanza la campaña de vacunación 2025-2026 frente a gripe, COVID-19 y VRS, ampliando grupos y aumentando la inversión para proteger a la población más vulnerable.
La Consejería de Sanidad de Castilla y León ha anunciado que el próximo 14 de octubre dará inicio a la campaña de vacunación correspondiente a los años 2025-2026, con el objetivo de inmunizar a diversos grupos de población frente a los virus respiratorios más peligrosos, como la gripe, el COVID-19 y el Virus Respiratorio Sincitial (VRS).
Esta campaña representa un esfuerzo importante por parte del gobierno autonómico, que ha destinado un presupuesto total de aproximadamente 21 millones de euros (equivalente a unos 22 millones de dólares o 19 millones de euros en la moneda local) para garantizar la protección de sus ciudadanos.
Supuestamente, la campaña comenzará con la vacunación de personas institucionalizadas, embarazadas y niños, desde el 1 de octubre, dos semanas antes del inicio oficial.
Además, en esta temporada se ha ampliado la edad para la vacunación contra la gripe en infancia, incluyendo a niños hasta los 8 años, una cifra que anteriormente se limitaba hasta los 5 años.
La estrategia también contempla inmunizar en hospitales a los bebés nacidos desde el 1 de octubre de 2025 hasta el 31 de marzo de 2026, contra la bronquiolitis causada por el VRS, y en centros de salud a los nacidos entre el 1 de abril y el 30 de septiembre de 2025.
En cuanto a la población adulta, se ha aumentado la edad para recibir la vacuna contra el COVID-19, ahora recomendada para personas de 70 años en adelante, en comparación con los 60 años del año anterior.
Además, la campaña incluye la vacunación contra el VRS en personas institucionalizadas y residentes en centros de discapacidad, además de grupos considerados de riesgo, con una inversión de aproximadamente 19,3 millones de euros (unos 20,4 millones de dólares).
La adquisición de vacunas y medicamentos ha sido diversificada, incluyendo 765.650 dosis de vacunas antigripales, con un gasto de aproximadamente 11 millones de euros (unos 11,6 millones de dólares), así como 13.000 dosis de anticuerpos monoclonales para el VRS, con un coste cercano a 2 millones de euros (unos 2,1 millones de dólares). La inversión total en la campaña, sumando todos los recursos, llega a los 21 millones de euros.
Supuestamente, la estrategia de vacunación en la población general se centra en priorizar a aquellos grupos con mayor riesgo de complicaciones, incluyendo mayores de 60 años, niños, personas con enfermedades crónicas y residentes en centros cerrados.
La vacunación contra la gripe se distribuirá en diferentes formas, como vacunas inactivadas trivalentes y vacunas intranasales, aumentando las cohortes vacunadas en niños de 5 a 8 años.
Respecto a la vacunación frente al COVID-19, Castilla y León recibirá semanalmente desde septiembre aproximadamente 400,000 dosis del nuevo inmunizante monovalente, que protege contra la variante LP.8.1 de la cepa ómicron, con la intención de inmunizar a la mayor parte de la población vulnerable en los próximos meses.
La planificación incluye también la inmunización contra el VRS en adultos mayores y personas inmunodeprimidas, con un presupuesto de cerca de 6 millones de euros (unos 6,3 millones de dólares) para la compra de 50.000 dosis. La vacunación en estos colectivos comenzará el 1 de octubre, en centros residenciales y hospitales, con la finalidad de reducir la morbilidad y mortalidad en estos grupos.
Supuestamente, en la pasada campaña de 2024, la cobertura de vacunación en mayores de 60 años alcanzó niveles cercanos al 80%, destacando el esfuerzo en la protección de la población más vulnerable.
Además, la vacunación infantil contra la gripe superó el 50%, con una notable aceptación en todos los grupos de edad.
En conclusión, la campaña de 2025-2026 en Castilla y León refleja un compromiso firme por mejorar la protección frente a los virus respiratorios, con una inversión significativa y la ampliación de grupos prioritarios.
Las autoridades sanitarias continúan promoviendo la vacunación como la mejor estrategia para prevenir complicaciones graves y reducir la carga asistencial del sistema sanitario en los próximos meses.