La Junta de Castilla y León reconoce públicamente la labor ejemplar de profesionales, voluntarios y ciudadanos en emergencias durante 2024, entregando medallas a quienes han demostrado compromiso y valentía en situaciones críticas, incluyendo actuaciones en la DANA de Valencia y otros incidentes relevantes.

La Junta de Castilla y León ha llevado a cabo un acto solemne en la ciudad de Astorga para rendir homenaje a quienes han destacado en la protección civil durante el año 2024.

El consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Carlos Suárez-Quiñones, presidió la ceremonia en la que se entregaron las Medallas al Mérito de la Protección Ciudadana, distinciones que reconocen a individuos e instituciones por su trayectoria ejemplar y sus actuaciones de carácter excepcional en situaciones de riesgo.

Estas medallas, que en 2024 incluyeron 8 de oro, 12 de plata y 6 menciones honoríficas, sirven para destacar la labor de los Servicios de Prevención, Extinción de Incendios, Salvamento, fuerzas policiales, ciudadanos voluntarios y colectivos de protección civil en Castilla y León.

Entre los galardonados se encuentran tanto profesionales con décadas de experiencia como voluntarios que han demostrado un compromiso extraordinario, en ocasiones arriesgando su propia integridad física.

Uno de los momentos más emotivos del acto fue la entrega póstuma de la medalla de oro al esfuerzo y sacrificio de Fernando Navarro Potente, bombero del Servicio de Prevención, Extinción de Incendios y Salvamento de Valladolid, quien falleció en acto de servicio en enero de 2025.

La comunidad recordó su valentía y dedicación en un día en el que también se rindió homenaje a otros héroes que, con su trabajo diario, garantizan la seguridad de todos los ciudadanos.

El acto también sirvió para resaltar los esfuerzos en la gestión de emergencias, especialmente en actuaciones recientes como la intervención durante la Dana en Valencia, donde el operativo de Castilla y León desplegado en la zona realizó tareas de rescate, evacuación y ayuda humanitaria en condiciones extremas.

La inversión en recursos y formación ha sido clave para fortalecer la capacidad de respuesta, con la incorporación de nuevos helicópteros de rescate valorados en aproximadamente 4,500 euros cada uno y convoyes de intervención rápida que mejoran la eficiencia en el despliegue.

El consejero Suárez-Quiñones aprovechó la ocasión para destacar la importancia del trabajo en equipo y la preparación continua. Castilla y León cuenta actualmente con 136 agrupaciones de voluntarios de protección civil, integradas por más de 2.800 personas, siendo la comunidad autónoma con mayor volumen de voluntariado en España. La Junta ha incrementado los programas de formación tanto básica como especializada, con más de 5.000 integrantes capacitados en los últimos años.

Además, el gobierno regional ha anunciado nuevas inversiones para reforzar los servicios de emergencias, incluyendo la adquisición de un segundo helicóptero de rescate, 11 convoyes adicionales y la ampliación del sistema de drones para tareas de vigilancia y apoyo en operaciones de búsqueda y rescate.

Estas inversiones, valoradas en aproximadamente 4,2 millones de euros en total, buscan garantizar una respuesta rápida y efectiva ante cualquier eventualidad.

El acto concluyó con una exposición de medios terrestres y aéreos utilizados en emergencias, instalada en los alrededores de la Catedral y el Palacio de Gaudí, donde los asistentes pudieron apreciar los recursos con los que cuenta Castilla y León para afrontar situaciones de riesgo.

La muestra incluyó vehículos, helicópteros, drones y equipamiento especializado, reflejando el compromiso de la comunidad en mantener altos estándares de seguridad y protección para sus ciudadanos.

Este reconocimiento no solo honra a los profesionales y voluntarios que día a día trabajan en la protección civil, sino que también refuerza el compromiso de Castilla y León con la prevención, la formación y la inversión en recursos, con la finalidad de estar preparados ante cualquier emergencia que pueda surgir en el futuro.