Castilla y León se posiciona como la comunidad autónoma con mayor crecimiento en innovación en Europa, manteniendo un destacado esfuerzo en investigación y desarrollo durante 2023, según datos de la Unión Europea y el INE. La región continúa liderando en inversión tecnológica y en la contribución empresarial a la I+D, con cifras que superan ampliamente la media nacional y europea.
Castilla y León ha logrado consolidarse como una de las regiones más innovadoras de Europa en los últimos años, y los datos correspondientes a 2023 refuerzan esta tendencia.
Según el Cuadro de Mando de la Innovación Regional de la Unión Europea, la comunidad experimentó un incremento del 20,3 % en su índice de innovación entre 2018 y 2025, lo que la sitúa como la región con mayor crecimiento en innovación en todo el continente, entre cinco regiones europeas destacadas.
Además, ocupa el tercer puesto en España en términos de rendimiento en innovación en relación con su cifra de negocio, según el Cuadro de Indicadores de Innovación Regional 2023, que evalúa a 241 regiones de 22 países miembros de la UE.
En 2023, la inversión en investigación y desarrollo (I+D) en Castilla y León alcanzó aproximadamente 964 millones de euros, lo que equivale a unos 870 millones de euros en moneda europea, y representa un aumento del 11,2 % respecto al año anterior.
Este gasto representa el 4,3 % del total de España, posicionando a la comunidad como una de las que mayor esfuerzo realiza en este ámbito. La mayor parte del gasto en I+D proviene del sector empresarial, que aporta el 61 % del total, es decir, unos 588 millones de euros, superando en 4,7 puntos porcentuales la media nacional del 56,3 %.
Las empresas de alta y media-alta tecnología en la región siguen siendo un motor clave en este esfuerzo, con un incremento del 13 % en sus inversiones en I+D.
El sector universitario también ha aumentado su inversión en investigación, llegando a unos 293 millones de euros en 2023, lo que refleja un crecimiento del 7,5 % respecto al ejercicio anterior.
La contribución de las universidades a la inversión total en I+D en Castilla y León representa aproximadamente el 30,4 %, cifra superior en 4,9 puntos a la media en España.
Además, el personal dedicado a actividades de I+D en la comunidad ha alcanzado las 11.741 personas, con un destacado aumento en la participación femenina, que supone el 43,3 % del total, superando en 2,4 puntos el porcentaje nacional.
Supuestamente, estas cifras reflejan un compromiso sostenido con la innovación y el desarrollo tecnológico, en línea con la estrategia RIS3 (Investigación e Innovación para una Especialización Inteligente) que la comunidad ha venido implementando desde 2021.
En los primeros tres años, la estrategia ha movilizado alrededor de 5.400 millones de euros en recursos públicos y privados, impulsando más de 500 actuaciones en áreas como digitalización, salud, bioeconomía y fabricación avanzada.
Entre los proyectos destacados, supuestamente se encuentran iniciativas como el Programa Centr@tec, que busca promover la innovación en todo el territorio, y plataformas digitales como CyL Digital y Argos, que facilitan la transformación digital de empresas, instituciones y ciudadanos.
Además, la región ha desarrollado infraestructuras científicas de primer nivel, incluyendo centros de supercomputación y laboratorios de biomedicina.
La Junta de Castilla y León tiene previsto movilizar hasta 14.500 millones de euros hasta 2027 para seguir fortaleciendo su sistema de investigación y tecnología, con el objetivo de consolidar su liderazgo en innovación en el contexto europeo.
Todo ello en un marco donde la región continúa mostrando un crecimiento económico sostenido, con un aumento del 9 % en su PIB en 2023, en línea con las cifras de crecimiento regional publicadas por el INE y que sitúan a Castilla y León como una de las comunidades más dinámicas del país.
En definitiva, Castilla y León no solo destaca por su crecimiento en innovación, sino también por su apuesta decidida por convertir la tecnología y la investigación en pilares fundamentales de su desarrollo económico y social, con la mirada puesta en un futuro más sostenible y competitivo en Europa.