La Consejería de Industria, Comercio y Empleo de Castilla y León anuncia nuevas convocatorias de formación con un presupuesto de 11 millones de euros, destinadas a mejorar las habilidades y la adaptación laboral de más de 30.000 profesionales en la región.

La Junta de Castilla y León continúa reforzando su compromiso con el desarrollo del capital humano mediante la implementación de nuevos programas de formación dirigidos a los trabajadores ocupados en la comunidad.

La Consejería de Industria, Comercio y Empleo ha anunciado la convocatoria de tres iniciativas que buscan potenciar la cualificación y la capacitación de más de 30.000 profesionales, con una inversión inicial de aproximadamente 11 millones de euros, cifra que podría incrementarse dependiendo de la demanda.

Estas acciones están enmarcadas dentro de un plan estratégico para responder a las necesidades del mercado laboral y promover la modernización de las empresas en la región.

Presuntamente, esta inversión forma parte de una política histórica de la Junta para fomentar la formación continua, que ha sido una prioridad desde la década de los 80, cuando se comenzaron a implementar programas para reducir la brecha de habilidades en el sector industrial.

La primera de las convocatorias, con un presupuesto inicial de unos 8 millones de euros (equivalente a 7 millones de euros en moneda europea), está destinada a financiar programas transversales que abarcan áreas clave como el medioambiente, la digitalización, idiomas, ofimática, nuevas tecnologías, emprendimiento y promoción de la igualdad.

Se espera que estos programas beneficien a unos 18.000 trabajadores, quienes podrán participar en acciones formativas presenciales o en modalidad telemática, con un apoyo económico de hasta 10 euros por hora en formación presencial y 5 euros en teleformación.

Supuestamente, en esta convocatoria se han renovado algunos cursos con baja demanda y se han añadido más de 200 nuevas acciones formativas para ajustarse a las necesidades reales del mercado laboral en cada provincia.

La oferta completa contempla aproximadamente 1.100 cursos diferentes, con un máximo del 80% de formación presencial y un 50% en modalidad online.

Por otro lado, la segunda iniciativa, con un presupuesto de 3 millones de euros (unos 2,7 millones en euros), está orientada a fortalecer las competencias digitales y tecnológicas.

Supuestamente, esta línea de ayuda busca preparar a los trabajadores para afrontar los cambios en la economía digital, incluyendo áreas como ciberseguridad, inteligencia artificial y análisis de datos masivos.

Las acciones formativas podrán ser presenciales, telemáticas o combinadas, con una financiación de hasta 10 euros por hora en modalidad presencial y 5 euros en teleformación.

Se estima que esta línea beneficiará a más de 10.000 empleados, incluyendo un porcentaje de trabajadores desempleados, en aproximadamente 600 acciones formativas. Las solicitudes podrán presentarse en línea en los próximos 10 días hábiles, comenzando a partir de mañana, según las indicaciones del organismo.

Finalmente, la tercera convocatoria, dirigida a asociaciones empresariales y sindicales, cuenta con un presupuesto de 470.000 euros (unos 420.000 euros en moneda europea). Está destinada a financiar actividades formativas relacionadas con la negociación colectiva, la formación para el empleo y la participación institucional, previstas para desarrollar unas 230 acciones con más de 3.700 participantes. Las solicitudes deberán enviarse también en formato digital en un plazo de 20 días hábiles.

Supuestamente, estas iniciativas responden a la necesidad de fortalecer la colaboración entre empresas, sindicatos y administraciones para crear un entorno laboral más cualificado y adaptable, en línea con las tendencias de transformación digital y sostenibilidad que están revolucionando el panorama económico europeo desde hace varias décadas.

La inversión total en estos programas refleja el compromiso de Castilla y León con su tejido productivo, en un contexto donde la formación continua se ha convertido en un pilar fundamental para mantener la competitividad y el empleo de calidad en la región.