Castilla y León experimenta un notable crecimiento en su capacidad de autoconsumo fotovoltaico durante 2024, alcanzando más de 20.500 instalaciones y una potencia total de aproximadamente 589 megavatios. La región continúa impulsando la transición energética y solicitando mejoras en infraestructuras eléctricas para atraer inversiones empresariales y fomentar el uso de energías renovables.
Durante 2024, Castilla y León ha registrado un incremento histórico en la instalación de sistemas de autoconsumo fotovoltaico, alcanzando un total de 20.560 instalaciones, lo que supone un aumento del 47 por ciento respecto al año anterior. La potencia instalada en la comunidad se sitúa en aproximadamente 589 megavatios (MW), consolidando a la región como una de las principales en impulso de energías renovables en España.
Este crecimiento refleja la apuesta decidida de la Junta de Castilla y León por promover un modelo energético más sostenible, descentralizado y accesible.
La inversión en autoconsumo no solo contribuye a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, sino que también genera beneficios económicos significativos para hogares, empresas y la administración pública.
La región ha destinado cerca de 23 millones de euros, financiados en un 60% por fondos europeos FEDER, para la instalación de sistemas de autoconsumo en edificios sanitarios, educativos, centros asistenciales y dependencias administrativas.
Supuestamente, la política regional busca fomentar el empleo cualificado en sectores relacionados con la energía solar y la tecnología, además de promover la instalación en zonas rurales para evitar la despoblación y dinamizar la economía local.
La Junta también ha señalado que, en 2024, se han autorizado aproximadamente 5.333 nuevas instalaciones solares, con una potencia media de unos 111 kilovatios (kW) cada una, sumando cerca de 125,7 MW en potencia instalada adicional.
El impulso a la energía solar en Castilla y León está acompañado por la demanda de mejoras en las infraestructuras eléctricas. La Junta ha reclamado al Gobierno central la necesidad de reforzar los sistemas de transporte y distribución eléctrica en la región, con el objetivo de facilitar inversiones empresariales que podrían superar los 15.000 millones de euros en diferentes sectores. Presuntamente, estas medidas buscan mejorar la capacidad de generación y distribución, permitiendo un mayor aprovechamiento de las energías renovables y asegurando una red más eficiente y resiliente.
Adicionalmente, el gobierno regional ha puesto en marcha un plan de implantación de autoconsumo en edificios públicos, con una inversión de aproximadamente 29 millones de euros, incluyendo fondos europeos y recursos propios.
Este plan pretende que instituciones públicas puedan reducir sus costes energéticos y convertirse en ejemplo de sostenibilidad.
La jornada técnica organizada por la Consejería de Economía y Hacienda sirvió como foro de discusión sobre las oportunidades del autoconsumo eléctrico, las nuevas regulaciones y las futuras tendencias del mercado.
Técnicos de diferentes entidades compartieron experiencias y avances en gestión de ayudas, procedimientos de conexión a la red y desarrollo de comunidades energéticas, que podrían transformar el panorama energético regional en los próximos años.
En el contexto europeo, Castilla y León se alinea con los objetivos del Pacto Verde Europeo, que busca reducir las emisiones en un 55% para 2030 y lograr la neutralidad climática para 2050.
La expansión del autoconsumo fotovoltaico en la comunidad no solo responde a estos compromisos, sino que también posiciona a la región como un referente en innovación y sostenibilidad en el ámbito nacional.
Presuntamente, en los próximos años, se espera que la potencia instalada siga creciendo, impulsada por nuevas políticas y mayores inversiones en tecnologías renovables, contribuyendo así a un futuro más limpio y resiliente para Castilla y León.