La Junta de Castilla y León destina más de un millón de euros para ampliar la red de calor ecológica de Valladolid, beneficiando nuevas edificaciones y promoviendo una ciudad más sostenible y digitalizada.

Valladolid continúa avanzando en su compromiso con la sostenibilidad y la innovación energética. La Junta de Castilla y León, a través de la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, ha anunciado la licitación para la ampliación de la red de calor que actualmente abastece a varios edificios públicos en la ciudad.

El proyecto, que supondrá una inversión de aproximadamente 1.000.000 de euros (unos 950.000 euros en euros actuales), tiene como objetivo extender esta infraestructura a nuevas áreas del barrio de Los Viveros, incluyendo viviendas públicas y un centro de salud.

Esta iniciativa representa un paso importante en la estrategia de descarbonización urbana y en la transición hacia fuentes de energía más limpias.

Desde su puesta en marcha en 2014, la red de calor de Valladolid ha sido un ejemplo de eficiencia y compromiso ecológico. Con una inversión total cercana a los 7.500.000 euros, ha permitido reducir significativamente las emisiones de CO2 y ofrecer un suministro de calefacción y agua caliente sanitaria a 32 edificios públicos.

La infraestructura se ubica en el campus Miguel Delibes, donde cuatro calderas de biomasa generan cerca de 18.000 kW térmicos, complementados por un sistema solar fotovoltaico de autoconsumo.

Supuestamente, la actual red cuenta con aproximadamente 12 kilómetros de tuberías preaisladas de acero, diseñadas para transportar agua caliente mediante un sistema de doble tubería que mantiene un salto térmico de 20°C entre ida y retorno.

Cada edificio conectado dispone de una subestación de intercambio que desacopla hidráulicamente la red del circuito interno, permitiendo un control eficiente y adaptable.

La ampliación proyectada no requiere modificar la central de generación, ya que la capacidad instalada es suficiente para atender la nueva demanda en Los Viveros.

Supuestamente, la obra incluirá la extensión de las canalizaciones, que serán enterradas con tuberías de alta resistencia y un sistema avanzado de detección de fugas, garantizando la seguridad y eficiencia.

Una de las principales ventajas de este sistema es la digitalización y la gestión remota a través de fibra óptica, que permite adaptar la producción de energía a la demanda en tiempo real y reducir el consumo eléctrico y las pérdidas térmicas.

Además, los usuarios se beneficiarán de la eliminación de equipos propios de producción y de riesgos asociados a combustión, logrando un mantenimiento mínimo y una mayor estabilidad en sus facturas energéticas.

Supuestamente, uno de los objetivos principales de la ampliación es aprovechar energías renovables, en concreto biomasa, contribuyendo a la reducción de la huella de carbono, generando empleo en zonas rurales y disminuyendo la dependencia energética de la región.

Esta estrategia también apoya la prevención de incendios forestales, ya que promueve un uso controlado de recursos naturales.

Con esta inversión, Valladolid refuerza su liderazgo en sostenibilidad urbana y en la incorporación de tecnologías inteligentes en su infraestructura energética.

La incorporación de sistemas de control y telegestión permitirá ajustar en todo momento la generación a la demanda, garantizando un servicio estable y eficiente para las futuras generaciones.

La apuesta por la innovación y la protección del medio ambiente posiciona a la ciudad como un referente en la lucha contra el cambio climático a nivel regional y nacional.