La Junta de Castilla y León implementa medidas para prevenir daños en explotaciones apícolas causados por osos en Zamora, incluyendo la cesión temporal de pastores eléctricos y jornadas formativas para los apicultores afectados.

La Junta de Castilla y León ha anunciado la puesta en marcha de una serie de medidas destinadas a proteger a los apicultores de la provincia de Zamora frente a los ataques de ejemplares de oso pardo.

Consciente de la problemática que representa la presencia creciente de osos en la región, especialmente en los términos municipales cercanos a áreas naturales protegidas, la Administración autonómica ha decidido facilitar a los apicultores equipos de protección eléctrica de forma temporal.

Estos dispositivos, conocidos como pastores eléctricos, son fundamentales para disuadir a los osos de acercarse a las colmenas y reducir así los daños económicos y ecológicos que pueden ocasionar.

La cesión de estos equipos se podrá solicitar en la Oficina Comarcal de Medio Ambiente de Mombuey, prioritariamente para aquellos apicultores que hayan sufrido ataques en el pasado o que se encuentren en zonas cercanas a las áreas afectadas.

Los equipos serán facilitados en un período limitado, con el objetivo de ofrecer una protección inmediata mientras se buscan soluciones a largo plazo.

La iniciativa forma parte de un plan integral que también contempla jornadas de formación dirigidas a los apicultores. Estas sesiones estarán a cargo de técnicos especializados de las Patrullas Oso de la Fundación del Patrimonio Natural, en colaboración con personal técnico del Servicio Territorial de Medio Ambiente de Zamora.

La organización de estas jornadas ha sido coordinada por la Asociación Apis Durii, que ofrecerá un espacio adecuado para su desarrollo.

El objetivo principal de estas actividades formativas es capacitar a los apicultores en las medidas preventivas más eficaces para evitar ataques. La colocación correcta de pastores eléctricos, junto con otras recomendaciones sobre protección de colmenas y gestión del territorio, permitirá a los apicultores reducir significativamente los riesgos y fortalecer la coexistencia con la fauna salvaje.

El problema de los ataques de osos a las explotaciones apícolas en Zamora no es reciente. Históricamente, la presencia del oso pardo en la península ibérica ha sido un tema de conservación y gestión, ya que esta especie fue al borde de la extinción en el siglo XX, pero ha logrado recuperarse en diversas áreas gracias a los esfuerzos de protección y reintroducción.

Sin embargo, su retorno a zonas tradicionales ha generado conflictos con actividades humanas, especialmente en sectores como la apicultura, la ganadería y la agricultura.

Las incursiones de osos en zonas rurales de Zamora han ido en aumento en los últimos años, motivando a las autoridades a buscar soluciones que permitan la convivencia pacífica.

La colocación de pastores eléctricos y otras medidas preventivas no solo protegen las colmenas, sino que también contribuyen a reducir los conflictos entre la fauna silvestre y las actividades humanas.

Además, estas acciones están alineadas con las políticas de conservación de especies protegidas en el contexto de la Unión Europea, que promueven el equilibrio entre la protección de la biodiversidad y el bienestar de las comunidades rurales.

Por otra parte, las jornadas formativas que se realizarán próximamente en Mombuey ofrecerán a los apicultores conocimientos actualizados sobre cómo actuar en caso de un ataque, qué medidas tomar para minimizar riesgos y cómo colaborar con las autoridades en la gestión de la presencia del oso en la zona.

La colaboración entre diferentes organismos y asociaciones locales es clave para afrontar estos desafíos.

En definitiva, estas acciones reflejan el compromiso del Gobierno regional en garantizar la protección de los sectores económicos tradicionales, como la apicultura, sin poner en peligro la conservación de especies emblemáticas como el oso pardo.

La coexistencia entre fauna salvaje y actividades humanas es posible si se adoptan las medidas adecuadas, y la Junta de Castilla y León continúa trabajando para lograr este equilibrio en beneficio de todos los habitantes y del medio ambiente.