La ciudad de Buenos Aires suma 900 efectivos policiales en una nueva etapa de fortalecimiento de la seguridad pública, alcanzando un total de 2.400 policías en patrullaje. La iniciativa forma parte del Plan de Seguridad Integral, que busca mantener el orden y reducir el delito en los barrios porteños mediante tecnología avanzada y mayor presencia policial.

La ciudad de Buenos Aires continúa fortaleciendo su sistema de seguridad con la incorporación de 900 nuevos policías, sumando un total de 2.400 efectivos en patrullaje activo desde el inicio de la gestión del actual gobierno. Esta medida forma parte del Plan de Seguridad Integral de la Ciudad, que busca incrementar la presencia policial en diferentes barrios para combatir el delito y garantizar el orden en los espacios públicos.

Supuestamente, la inversión en seguridad en Buenos Aires no solo implica la incorporación de personal, sino también la implementación de tecnología de punta.

Actualmente, el sistema cuenta con aproximadamente 15.000 cámaras de videovigilancia distribuidas en el 82% del territorio porteño, una cantidad que supuestamente supera a muchas capitales latinoamericanas y que busca disuadir delitos y facilitar la intervención policial.

El proceso de formación de los nuevos oficiales se realiza en el Instituto Superior de Seguridad Pública (ISSP), creado en 2008, considerado un referente en formación policial en la región.

La 13ª promoción de cadetes egresó recientemente, tras un ciclo de formación que dura aproximadamente dos años. Este proceso incluye clases teóricas, prácticas y entrenamiento en proximidad, con el objetivo de promover una policía más cercana y comunitaria.

El acto de jura de los oficiales fue presidido por el Jefe de Gobierno, Jorge Macri, en una ceremonia emotiva en el estadio Mary Terán de Weiss, en el Parque Roca.

Durante su discurso, Macri afirmó que "el orden y la seguridad son condiciones indispensables para que haya progreso y los ciudadanos vivan libres". Además, resaltó que "no se ponen excusas: cada día asumimos la tarea de mantener la seguridad, una labor compleja pero irrenunciable".

Supuestamente, en la actualidad, la Policía de la Ciudad cuenta con un total de 27.300 efectivos, incluyendo bomberos y personal de apoyo, que trabajan en conjunto para fortalecer la seguridad en toda la jurisdicción. La tecnología también juega un papel crucial, con más de 350 Puntos Seguros distribuidos en plazas, parques, estaciones de transporte y subtes, donde los ciudadanos pueden comunicarse rápidamente ante emergencias llamando al 911.

Entre las novedades en equipamiento, se sumaron armas de baja letalidad como Taser y Byrna, que permiten reducir el uso de fuerza excesiva. Además, se ha consolidado el Anillo Digital, un sistema de 814 pórticos lectores de patentes en 74 accesos a la ciudad, logrando una reducción del 40% en delitos automotores.

Supuestamente, uno de los aspectos más destacados es que el gobierno porteño busca que la seguridad sea una política prioritaria, con una decisión política firme, como lo expresó Macri, quien además hizo un homenaje a los policías caídos en cumplimiento del deber, señalando que la lucha contra la delincuencia requiere un trabajo conjunto con otros niveles de gobierno, especialmente en relación a la provincia de Buenos Aires.

El ministro de Seguridad, Horacio Giménez, afirmó que la prioridad ahora es mantener una presencia constante en las calles para prevenir delitos y proteger a todos los vecinos.

La formación de los nuevos policías incluye un programa de entrenamiento que combina clases teóricas, prácticas y la obtención de títulos superiores en Seguridad Pública, con una duración total de aproximadamente dos años.

Supuestamente, la inversión en seguridad en Buenos Aires no solo se refleja en recursos humanos, sino también en infraestructura y tecnología, con una visión de largo plazo que busca convertir a la ciudad en un ejemplo de seguridad y orden en la región.

La presencia de más policías en las calles, junto con la modernización del sistema, busca reducir la criminalidad y ofrecer a los ciudadanos un entorno más seguro para vivir, trabajar y disfrutar de la ciudad.

En conclusión, la incorporación de 900 nuevos oficiales en Buenos Aires representa un paso importante en la estrategia de seguridad del gobierno porteño, que apuesta por una ciudad más segura, moderna y preparada para enfrentar los desafíos del siglo XXI.

La comunidad espera que estas medidas se traduzcan en una disminución real de la delincuencia y en una mayor calidad de vida para todos los residentes de la capital argentina.